El Banco Central de Reserva (BCR) elevó una vez más su tasa de referencia a 6.5% este mes en su objetivo por garantizar el retorno de la inflación al rango meta.
Así, la autoridad monetaria tiene un año con esta política monetaria de continuos incrementos de su tasa clave, efecto que se viene trasladando a las tasas de financiamiento y ahorro del sistema financiero.
Con ello, se sigue ajustando más los deudores con costos de préstamo elevados, aunque aliviando a las personas con excedentes de recursos al ofrecerles mejores retornos.
Por un lado, el endurecimiento de esta política del BCR, y los Bancos Centrales a nivel global, para contrarrestar presiones inflacionarias provoca un encarecimiento del crédito, dijo Arturo García, docente de ESAN.
La reciente alza de la tasa de referencia, y posteriores subidas, también desacelerarán la colocación de préstamos de las entidades bancarias y microfinancieras, agregó.
La tasa promedio anual para créditos de consumo del sistema bancario es de 47.15% a la fecha, por encima del 39.56% registrado un año atrás, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Asimismo, sostuvo, los topes de tasa de interés establecidos por una medida del Congreso también juegan en contra de potenciales emprendedores.
Según el docente, cada vez cuesta más endeudarse y quienes representen un mayor riesgo para las financieras simplemente quedarán fuera de su público con acceso a crédito.
Por otro lado, García comentó que los ahorristas siguen beneficiándose con rendimientos mayores por conservar sus fondos en cuentas a plazo.
Comentó incluso que ahora es más fácil obtener una rentabilidad buena pese a que el monto depositado no sea tan elevado, siempre y cuando permanezca en la entidad por lo menos un año.
El retorno anual promedio ofrecido por la banca para depósitos a plazo de un año es de 6.02% en agosto, muy superior al 1.35% pagado en similar mes del año pasado.
Sin embargo, precisó que este alivio es relativo porque el escenario es de un elevado índice de precios, lo cual recorta la capacidad de gasto de los peruanos.