Cerca del 90% de las empresas que operan en el país son formadas por los miembros de una familia, según señaló anteriormente el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Esta información refiere que el solo 30% de empresas familiares alcanza la segunda generación, mientras que el 15% llega a la tercera y apenas el 4% sobrevive a la cuarta generación.
“Muchas de las empresas que no logran ser sostenibles en el tiempo coinciden en que a sus líderes se les dificulta identificar el problema que atraviesa su compañía”, dijo Elaine King, experta internacional en finanzas.
Por ello, es necesaria una correcta elección del sucesor del patriarca a fin de que sepa reconocer si el problema que presenta la firma es por un mal momento del sector en el que se desempeña o una cuestión familiar, precisó.
Señaló que en este camino para designar al nuevo líder, se debe separar la empresa del legado familiar.
Ante una dificultad, la cabeza de la empresa familiar debería priorizar que el legado continúe sin verse afectado por lo que sucede con la compañía, pues la fábrica se puede vender para recuperar parte de la inversión o reducir pérdidas, pero el vínculo familiar es más difícil de reparar, aseveró.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la posibilidad de que más de uno de los herederos, o ninguno de ellos, quiera asumir la administración de la firma, lo que generaría discusiones internas en la familia, refirió.
Para evitar este inconveniente, la especialista recomendó al fundador mantener una mente abierta y, a la vez, generar un plan estratégico para que la empresa familiar no solo se enfoque a un producto o servicio sino que le permita diversificar dentro del mismo segmento.
Asimismo, King mencionó que el patriarca de la firma difícilmente querrá dejar el liderazgo de su empresa por lo que los integrantes deben ayudarlo a sentirse seguro de que su empresa seguirá adelante con la nueva dirección.
Por tanto, y tomando en cuenta lo antes mencionado, la asesora financiera sugiere que en vez de esperar que algún miembro de la familia asuma el cargo del patriarca, se debería establecer las características de un líder que vaya en línea con los intereses de la compañía.
“La idea es escoger el perfil adecuado para la nueva cabeza de la firma, alguien que haga crecer la empresa sin priorizar si es un hijo de sangre o no”, expresó.
Sin embargo, también es necesaria la confianza que se tenga con esta persona por lo que se podría realizar con anterioridad la elección de una persona con las aptitudes y características del perfil definido, a fin de que trabaje junto con el actual patriarca, añadió.
Además, King comentó que las empresas podrían incluir algunos miembros externos a la familia a medida que la empresa va creciendo para una mejor toma de decisiones, pues estos nuevos integrantes contarán con perspectivas neutrales sobre la situación de la compañía.