En nuestro día a día usamos muy a menudo la palabra 'presupuesto', o la fórmula 'presupuestar'. De acuerdo con la RAE, un presupuesto se define como la cantidad de dinero calculado para hacer frente a los gastos generales de la vida cotidiana. Fuera del ámbito doméstico, un presupuesto sirve para explicar cómo se forma el cómputo de los gastos o ingresos, o de ambas cosas que resultan de un negocio, sea público o privado.

El presupuesto es el fundamento de las finanzas personales. Si no aprendemos a presupuestarnos, sin importar lo grandes o pequeñas que sean las cantidades que manejamos, nunca conseguiremos cuadrar las cuentas.

El método de seguimiento para cumplir tu presupuesto o plan de gasto supone una guía para comenzar a ahorrar. En la tarea de ordenar gastos e ingresos más de 350,000 españoles han optado por usar las nuevas tecnologías, aplicaciones gratuitas como Fintonic, disponible para iOS y Android, que analiza cómo y en qué gastas tu dinero.

La aplicación recoge la información de todos los bancos y tarjetas y la organiza automáticamente en categorías así como ofrece recomendaciones de ahorro y gráficos con un patrón de gasto personalizado. Además dispone de un sistema de alertas cada vez que ocurre un movimiento inesperado ( recibo duplicado, cuentas en descubierto…) o se desvía el presupuesto.

Independientemente del método que se utilice , es necesario aprender a construir un buen presupuesto para la consecución de objetivos:

Simplicidad a la hora de establecer el presupuesto: el primer paso es ordenar los gastos e ingresos y comprobar si después de restar lo primero a lo segundo queda una cifra positiva. Una vez conseguido este saldo positivo, será más fácil encontrar la posibilidad para liquidar deudas, alimentar un fondo de emergencia o empezar a ahorrar para la jubilación

Evitar los números 'en rojo': identifica qué gastos son los que están desequilibrando los números y distinguir cuáles de ellos son prescindibles.

Ajustar a la realidad el presupuesto mensual: el punto de partida y de referencia será el salario neto. Si eres autónomo o hay muchos variables o complementos influyendo en la nómina, resultará más complicado elaborar un presupuesto realmente ajustado. Por ello, es hay que tener claro qué ingresas y qué pagas cada mes. En este sentido confiar en una app resulta mucho más visual e inmediato.

No concebir el tu presupuesto como una restricción de gastos: en realidad lo que nos permite el presupuesto es gastar dinero en cosas que nos gustan sin desatender otras obligaciones financieras.

Establecer categorías de gasto: elegir qué conceptos describen mejor los gastos fijos. Aplicaciones como Fintonic organizan automáticamente todos los gastos en categorías.

Confíar en los promedios de gasto en facturas: existen facturas de suministros con variaciones sustanciales así como imprevistos.Cada vez más compañías y aplicaciones facilitan estimaciones del gasto: antes de optar por una tarifa plana para según qué facturas, es necesario saber que para hacerla se toma como referencia el consumo del año pasado. Una vez establecido ese importe fijo hay quienes penalizan lo consumido de más.

Responsabilidad con los tarjetas: en este antiguo post de Fintonic se explican detalladamente en qué circunstancias es mejor optar por pagar con tarjetas de crédito o débito y para qué operaciones será más adecuado usar efectivo. Confiar exclusivamente en una de las dos fórmulas de pago puede crear problemas.

Diario Expansión de EspañaRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

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