Royal Caribbean Cruises Ltd. suspenderá las visitas a su resort privado en Haití en un momento en que la violencia de las pandillas y la anarquía se apoderan de la capital del país.
Ocho cruceros hasta el 18 de marzo cancelarán las escalas en Labadee, una playa paradisíaca ubicada en la costa norte de Haití. La compañía informó en un comunicado que está realizando los ajustes temporalmente “con mucha precaución”.
“La seguridad de nuestros huéspedes, tripulación y comunidades que visitamos son nuestra principal prioridad”, dijo la compañía con sede en Miami. Sus equipos están “vigilando de cerca la evolución de la situación en Haití”.
Royal Caribbean rara vez cierra el popular resort que cuenta con motos acuáticas, tirolesas y paseos por la naturaleza para los pasajeros de sus cruceros de lujo. Incluso después del terremoto de 2010, en que fallecieron más de 200,000 personas, Labadee permaneció abierto y los barcos de la compañía se utilizaron para entregar la ayuda necesaria.
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La península privada está a unas seis horas en automóvil de la capital, Puerto Príncipe, que en las últimas semanas ha sido invadida por pandillas, lo que obligó a Estados Unidos a evacuar gran parte de su embajada y provocó la renuncia del primer ministro de Haití. Naciones Unidas calcula que aproximadamente la mitad de la población pasa hambre en esta nación, la más pobre del hemisferio.
El cierre de Labadee es una prueba de la estrategia de Royal Caribbean de centrarse más en la región del Caribe debido a las guerras y la agitación en otras partes del mundo. La compañía y otros operadores de cruceros se han visto obligados a cancelar o desviar viajes a San Petersburgo, Israel y el mar Rojo, lo que ha provocado reducciones en los viajes europeos.
Los cruceros por el Caribe representan actualmente alrededor del 55% de la capacidad de pasajeros de Royal Caribbean.
La compañía no precisó si los viajes que debían hacer escala en Labadee serán redirigidos a otra zona. La naviera también hace escala en Puerto Plata, en República Dominicana.
“Las líneas de cruceros tienen que adaptarse constantemente a las condiciones meteorológicas, los riesgos geopolíticos y, obviamente, por motivos de salud”, afirmó Jody Lurie, analista de cruceros de Bloomberg Intelligence. “Las líneas de cruceros han aprendido a ser ágiles. Siempre pueden atracar en otro lugar, siempre que haya otro lugar donde atracar”.
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