Una aerolínea estadounidense ofreció US$ 10,000 a los pasajeros de un vuelo nacional que había sido sobrevendido para que cambiaran su billete en medio de la ola de retrasos y cancelaciones que vive el país, según informaron este viernes medios locales.
Los medios recogen el relato en primera persona de Jason Aten, un periodista de tecnología de la revista Inc., que estaba a principios de esta semana con su familia esperando a embarcar en un vuelo de Mineápolis a Alaska cuando la aerolínea, Delta Airlines, anunció que había vendido más asientos de los que podía.
Los vuelos sobrevendidos son habituales en Estados Unidos, sobre todo en los de aerolíneas de bajo costo, que normalmente informan a los viajeros antes del embarque y buscan voluntarios dispuestos cambiar su vuelo por el siguiente sin ningún costo o con alguna ventaja, como un vuelo gratuito.
No obstante, según el relato de Aten, Delta Airlines buscaba ocho voluntarios a los que ofreció US$ 10,000 “en efectivo” individualmente a cambio de no ocupar sus asientos, llegando a decir por el altavoz: “Si tienen Apple Pay, incluso recibirán el dinero ahora mismo”.
Aten dijo que no había aceptado la oferta por razones que no quería detallar porque su esposa “no está conforme”.
Según The New York Post, que confirmó con Delta que sus empleados tienen “autoridad para ofrecer compensaciones” aunque no ese caso concreto, esta aerolínea anunció en el 2017 que estos pueden ofrecer hasta US$ 9,950 a los voluntarios a cambio de sus billetes cuando hay sobreventa.
Un hombre que supuestamente estaba en ese vuelo contestó a la historia de Aten en Twitter y aseguró que era verdad, añadiendo que tampoco aceptó la oferta porque no podía abandonar a su esposa, que tenía que viajar por problemas de salud.
Ese pasajero, llamado Todd McCrumb, dijo en una entrevista al canal KTVB emitida el jueves que la aerolínea inicialmente ofreció US$ 5,000 para quienes dejaran su asiento, y después la cifra subió a US$ 10,000.
Delta recientemente ha anunciado que ofrecía cambios en los vuelos sin costo adicional de cara al fin de semana largo del 4 de julio, festivo nacional de Estados Unidos, después de una ola de cancelaciones y retrasos debido a la falta de personal en las aerolíneas y los aeropuertos desde finales de mayo.