El uso cada vez mayor de los cigarrillos electrónicos con batería, la actividad conocida como vapeo, ha provocado uno de los debates más fuertes entre los especialistas en salud pública en años. El debate se ha intensificado a medida que algunos usuarios de dispositivos de vapeo, que se consideran más seguros que los cigarrillos, han padecido dolencias respiratorias misteriosas y graves.
Vapear es una forma de ingerir nicotina, el alcaloide adictivo presente en el tabaco, sin el humo ni el alquitrán que resultan de la quema de tabaco. El dispositivo de vapeo contiene una batería que calienta un líquido enriquecido con nicotina, produciendo un vapor que el usuario inhala.
Los dispositivos de vapeo como el popular Juul vienen en diseños elegantes y son lo suficientemente pequeños como para que un vapeador menor de edad, por ejemplo, pueda ponerlo en la palma de su mano, golpearlo cuando un maestro o un padre no esté mirando y respirar el aerosol resultante en una manga o un cuello. Las recargas del vaporizador vienen en sabores como mango y crema.
Dejar el cigarrillo
Ese ha sido uno de sus principales puntos de venta: que usar cigarrillos electrónicos puede ayudar a los fumadores a dejar de depender de los cigarrillos tradicionales y es un hábito menos riesgoso para su salud. Pero ahora parece que el vapeo está enfermando a más y más personas.
Una misteriosa enfermedad pulmonar que se ha relacionado con la inhalación de vapor ha matado a seis personas y lastimado a cientos más en todo Estados Unidos este verano. Los médicos han visto cientos de casos en los que pacientes (a menudo adultos jóvenes y previamente sanos) se han presentado en la sala de emergencias, repentinamente afectados por un daño respiratorio peligroso. Los investigadores estatales y federales corren para identificar la causa precisa de la dolencia.
Gran popularidad
En todo el mundo, el mercado de productos de vapeo se estimó en alrededor de US$ 11,500 millones en el 2018 y está creciendo rápidamente. Las ventas de Juul en EE.UU. aumentaron más de 600% en un año a 16.2 millones en el 2017, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El vapeo entre adolescentes es considera como una epidemia, a pesar de que los niños menores de 18 años no tienen permiso legal para comprar dichos productos. Según una encuesta del Gobierno de EE.UU., el vapeo entre los estudiantes de los últimos grados de secundaria aumentó 78% del 2017 al 2018.
Pero incluso si los cigarrillos electrónicos ayudan a algunos adultos a dejar de fumar cigarrillos tradicionales más dañinos, podrían estar atrayendo a hordas de jóvenes al hábito de la nicotina. Además, no hay suficientes datos a largo plazo para llegar a una conclusión definitiva de que vapear es una elección más segura que los cigarrillos combustibles.