La única diferencia real entre azúcar y panela es el sabor, sostiene la nutricionista Sylvia Rodríguez de Healthy Pleasure Blog.
La única diferencia real entre azúcar y panela es el sabor, sostiene la nutricionista Sylvia Rodríguez de Healthy Pleasure Blog.

El debate entre edulcorantes y azúcar es un tema amplio y controvertido. El miedo generado en los últimos años hacia el consumo del azúcar tradicional ha posicionado a los edulcorantes artificiales como la solución perfecta para aquellas personas que quieran evitar las consecuencias negativas de su consumo sin tener que renunciar al sabor dulce.

Si bien no se puede culpar a los azúcares añadidos de forma aislada, son un factor que contribuye al desarrollo de enfermedades relacionadas con el estilo de vida, ya que aportan un extra de calorías que pueden conducir a un aumento de la adiposidad del cuerpo y, a su vez, a generar enfermedades crónicas no transmisibles.

Así que, como estrategia para reducir la ingesta calórica en la población, el uso de edulcorantes no nutritivos ha ido en aumento. Estos pueden ser tanto edulcorantes artificiales sintéticos, como edulcorantes no calóricos de origen natural. Sin embargo, a pesar de los grandes estudios de toxicología y las investigaciones previas y posteriores a la comercialización, siguen apareciendo preocupaciones importantes en relación con la seguridad y eficacia de los edulcorantes artificiales. Entre las preocupaciones más comunes expresadas se relacionan los posibles efectos cancerígenos, que provocan aumento de peso, estimulan la glucosa en sangre, activan los circuitos de recompensa del cerebro y estimulan el hambre o el apetito.

Sustancias como el aspartamo y el acesulfamo K han sido demonizadas durante varios años y algunos organismos afirman que las pruebas de seguridad realizadas con estas sustancias han sido limitadas y que su uso puede estar relacionado con cáncer, enfermedades de la tiroides y enfermedades durante el embarazo. Sin embargo, todavía no hay pruebas suficientes para respaldar esto y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) los ha declarado seguros para el consumo en la actualidad, siempre respetando las dosis recomendadas.

También existe cierta preocupación sobre la respuesta metabólica a los edulcorantes, a pesar de no contener calorías. Hasta ahora, los estudios han proporcionado evidencia bastante conflictiva e insignificante y las respuestas pueden depender de cambios a largo plazo en las bacterias intestinales que requerirían un consumo alto y constante de edulcorantes. En general, el consumo de edulcorantes es un tema que claramente necesita mucha más atención para proporcionar una respuesta concluyente a través de estudios a largo plazo y con una muestra adecuada.

Entonces, ¿sería mejor utilizar endulzantes naturales? ¿La panela definitivamente sería mejor que el azúcar? Ambas se extraen de la caña dulce o de la remolacha, pero el azúcar pasa por un proceso de refinamiento. La panela no, (la panela sería el paso previo a la azúcar morena) por ese motivo queda con melaza, que le brinda ese color característico, además de cierta cantidad de minerales. Sin embargo, tendríamos que consumir grandes cantidades de panela para obtener esos minerales. La única diferencia real entre azúcar y panela sería el sabor.

Dentro de los endulzantes naturales que no aportan calorías estaría la stevia, solo hay que tomar en cuenta que para que este producto sea considerado saludable, debe contener únicamente Stevia en su composición, no maltodextrina, no sucralosa, solo Stevia. Mi recomendación, como profesional, siempre será optar por consumir endulzantes naturales y poco a poco acostumbrar a nuestro paladar al propio dulzor de los alimentos sin necesidad de agregar algo extra.