Oscar Jaern, director general de Scania del Perú, habla el español como si fuese su lengua nativa. Inspirado en la trayectoria profesional de su padre, desde adolescente quiso viajar por el mundo también. Hoy esa meta es parte de un sueño cumplido que disfruta junto a su familia.
¿A qué se debían sus viajes constantes desde joven?
Mi padre tuvo una carrera como la mía, despatriado. Trabajó en una empresa industrial y viajaba con él. Soy sueco de pasaporte, pero llevo más de la mitad de mi vida fuera de Suecia.
¿Desde qué edad lo acompañó?
A los seis años, en 1985, me mudé junto a él a Venezuela. Después pasamos a otros países como Colombia, México y luego Argentina. A los 19 años regresé a Suecia para empezar a estudiar en la universidad.
“Hay un desafío doméstico importante cuando hay una familia numerosa, pero mi esposa me ayuda completamente”.
¿Usted quería educarse en su país natal?
Mis padres me incentivaron para guardar esa conexión con mi país y volver a ser un poco sueco. Estuve una década ahí, aproximadamente.
¿Qué carrera eligió?
Tengo un máster en ciencias económicas, con especialización en marketing. Esa es la carrera de la que me gradué. Hoy quién sabe si la experiencia cuenta más que la educación formal.
¿Cómo inicia su experiencia laboral?
A los 24 años empecé a trabajar en Scania. Ahí busqué formar una carrera que incluyera viajar como lo hacía de joven. De cierta forma lo logré.
¿Qué tan complejo fue adecuarse a las distintas culturas?
Cambiar de país tiene muchas cosas que juegan a favor. Muchos privilegios. Pero nunca es agradable distanciarse de los amigos, menos cuando eres adolescente. De vez en cuando de alguna novia. Siempre es complicado alejarse.
¿Tuvo problema con los idiomas?
Al principio sí, cuando era niño. Fue un poco dramático porque llegué a temprana edad a Venezuela. Solo sabía sueco y tenía que aprender español e inglés al mismo tiempo. Estudié en un colegio americano. Lloraba todos los días cuando me dejaba mi madre.
¿La familia lo acompañó en estos cambios?
Sí, ellos son muy importantes para mí. Estamos juntos en Lima. Mi familia va en línea con el contexto internacional. Mi esposa es argentina, la conocí a los 18 años cuando vivía allá.
¿Ella siguió con usted todos estos viajes?
Sí. Ella se mudó a Suecia y vivió ahí junto a mí. Hoy habla sueco, pero seguimos con un alma bastante latina. También tengo tres hijos. Dos nacieron en Portugal y una en Brasil.
¿Cuáles son sus hobbies?
Hay varios. Uno grande es la gastronomía. Y también el vino. Me gusta hacer parrillas. Por más que sea sueco, cuando me junto en Argentina con mis cuñados, hago el asado.
¿Disfruta de las reuniones?
Creo que la única o una de las pocas desventajas de las movidas internacionales. Reunir a mi familia entera, con mis padres, primos, no lo logro. Sinceramente, es bastante complicado. Es algo que a veces uno desea.
¿Cómo logra sobrellevar eso?
Se puede celebrar de una manera más íntima. Uno aprende a manejarlo. Todas las familias tienen sus particularidades y la mía es así.
“La rutina de oro es hacer ejercicios tres veces por semana como parte del equilibrio entre lo profesional y personal”.
¿Cómo aprovecha el confinamiento?
Hoy podré almorzar con mi familia como lo hice todo este mes. Creo que nunca, en toda mi carrera, tuve la oportunidad de hacerlo seguido. Eso no tiene precio.
HOJA DE VIDA
- Nombre: Oscar Jaern.
- Cargo: Director general de Scania del Perú.
- Nacionalidad: Sueca.
- Educación: Stockholm School of Economist.