El presidente Sebastián Piñera sorprendió el martes al anunciar su apoyo al matrimonio igualitario en Chile, para lo cual pondrá urgencia al proyecto que descansa en el Senado.
Piñera hizo el anuncio durante la tradicional cuenta pública a la nación, la última del mandatario antes de concluir su segundo período presidencial, en marzo de 2022. El anterior fue entre 2010 a 2014.
“Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país... de esta forma, todas las personas, sin distinguir por orientación sexual, podrán vivir el amor y formar familia, con toda la protección y dignidad que ellas necesitan y merecen”, anunció en los inicios de su intervención de una hora y media, transmitida en línea por los medios de prensa.
Hasta ahora la posición del mandatario de centroderecha era que “el matrimonio es entre un hombre y una mujer”.
“Estamos en presencia de un hito para la derecha política, de un hecho histórico que corre los estigmas y las barreras de la desigualdad y los prejuicios que han contaminado a los sectores más homo/transfóbicos del país”, dijo Oscar Rementería, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH). Agregó que la aprobación del proyecto sobre matrimonio igualitario “mejorará la calidad de vida de las familias homoparentales y de las parejas del mismo sexo”.
Chile cuenta desde 2015 con un Acuerdo de Unión Civil (AUC), que reconoce civilmente a las parejas heterosexuales y homosexuales, y protege aspectos como la herencia y ciertos beneficios de atención médica.
El proyecto de matrimonio igualitario fue enviado al Senado por la expresidenta Michelle Bachelet, de centroizquierda, hacia fines de 2017, poco antes de finalizar su periodo de 2014 a 2018.
“Este anuncio y cambio de postura de Piñera es tan sorprendente como positivo... De una vez por todas deberíamos avanzar decididamente a la igualdad por la que hemos luchado más de 30 años, en medio de insultos y ataques solo por ser como somos”, declaró un antiguo dirigente del MOVILH, Rolando Jiménez.
La oposición de centroizquierda en el Congreso está de acuerdo con el proyecto, que es rechazado por la mayoría del oficialismo.
Chile es un país reconocido por su conservadurismo, aunque en las últimas décadas aprobó la ley de divorcio, una norma de identidad de género en favor de las personas transgéneros, y otra que despenaliza el aborto en casos de violación, peligro de la vida de la madre e inviabilidad del feto.