La selección nacional perdió ante su similar de Bolivia el último domingo y las opciones de llegar al Mundial de Catar 2022 disminuyen. A pesar de que aún no todo está perdido, el hincha peruano se apresura en buscar responsables.
Así como en la fecha pasada el cargamontón fue contra el central Anderson Santamaría, esta vez las críticas apuntan a Christian Cueva. De esa forma, el mediocampista, que anotó en el partido pasado contra Chile y fue uno de los héroes de una noche victoriosa, ahora se convirtió en el villano de esta larga película llamada Eliminatorias Sudamericanas.
¿Qué tanto influye la crítica del público a un jugador profesional? ¿Es posible recuperarse anímicamente cuando en menos de cuatro días toca otro partido importante? Desde la sicología deportiva, dos expertos nos cuentan su experiencia.
Entrenar la mente
Ira, frustración y tristeza son las emociones más usuales en un deportista luego de una derrota. “Todo ello genera además aspectos de ansiedad”, apunta Mario Reyes-Bossio, profesional y docente de sicología deportiva en la UPC. “En un ambiente competitivo, donde a veces se gana y otras se pierde, esas emociones van a estar siempre. Lo importante es que el jugador profesional sepa cómo gestionarlas. Él no puede controlar lo que la gente, la prensa o las redes sociales digan, pero sí puede enfocarse en su mejora continua y en las correcciones que tiene que hacer. Eso también se entrena”, detalla.
En ese sentido, los especialistas concuerdan en que la sicología se ha convertido en un pilar importante en la preparación de los deportistas, además de la parte técnica, física y táctica.
En cualquier caso, mientras antes se empiece, será mucho mejor para el atleta. “La parte formativa es clave. Ahora hay formación en sicología deportiva para ir educando a los deportistas desde pequeños en pensamiento crítico, en qué tipo de ansiedad pueden controlar, el manejo que deben tener al jugar frente al público”, opina Luis Gómez, sicólogo deportivo de la Consultora LGC Sport 360.
El experto comenta que hoy los niños pueden comenzar a trabajar esta parte desde los 8 o 10 años, pero que esta práctica en el Perú no es muy usual. “Muchos de los jugadores que tenemos en el país no tienen formación en sicología del deporte. Los clubes peruanos que cuentan con un sicólogo deportivo deben ser muy pocos”, señala.
Las redes
Se suele crucificar a un jugador por un error, sobre todo en estos tiempos donde todos tienen acceso a un teclado e Internet. “Antes el jugador escuchaba de todo desde la tribuna, en el campo, pero hoy existen las redes sociales y hasta un anónimo te puede insultar. Eso puede ser perjudicial a veces para el jugador”, explica Gómez.
Por ello, el acompañamiento sicológico es clave para recuperar anímicamente al futbolista. “Dependerá del trabajo previo que haya tenido el jugador”, sostiene Reyes-Bossio. “Pero tampoco es un tema de decir sí o no se puede recuperar. Todos podemos, pero algunos lo harán con mayor rapidez y otros posiblemente demorarán un poco más. Dependerá también de los aspectos de personalidad del deportista, de la cohesión del equipo y del apoyo de su familia”, agrega.
EN CORTO
Enfoque. Para el sicólogo Reyes-Bossio, luego de un resultado negativo, los deportistas trabajan una serie de técnicas de respiración, relajación, control emocional y replanteamiento de objetivos. “Ellos saben que tienen que reenfocarse sobre ese proceso. Se trabaja con metas a corto plazo con miras a nuevos eventos, pero dependerá de la personalidad del jugador y del apoyo del equipo”, comenta.