(G de Gestión) En los últimos años, ciertos bolsos de lujo dejaron de ser accesorios y se convirtieron en activos financieros altamente rentables. Los modelos más icónicos de Hermès o Chanel, por ejemplo, duplicaron su precio retail en la última década. Estos mismos artículos se cotizan en el mercado de segunda mano hasta por un 25% más que en el mercado primario. Es decir, hacerse de un bolso usado puede resultar más caro que comprarlo nuevo. La razón de este fenómeno se explica en las estrategias de precio y disponibilidad de las marcas mejor posicionadas.