La búsqueda de Silver Lake de una inversión en el sector deportivo en Europa llevó a la firma de compras de la costa oeste de Estados Unidos al norte de Inglaterra, al llegar a un acuerdo por una participación en el propietario del club de fútbol Manchester City.
No hay ninguna ciencia en negociar el precio de tales activos de trofeo: dos partes se juntan y acuerdan una cifra. Pero Silver Lake tiene clientes de inversión a quienes debe responder y que todavía esperan una justificación razonada para aceptar pagar US$ 500 millones por una participación de 10% en City Football Group (CFG). La valoración de US$ 4,800 millones es un récord para un negocio de fútbol.
Al parecer el comprador fue la fuerza impulsora del acuerdo. Silver Lake se especializa en tecnología y se ha abstenido de poner dinero a trabajar en los últimos años debido a las altísimas valoraciones en su sector de origen. Eso genera el riesgo de que la frustración lleve a pagar demasiado cuando aparece un activo atractivo.
El deporte tiene algunas ventajas obvias: el contenido en vivo es valioso, la tecnología permite que los clubes se conecten directamente con la base de fanáticos, y esos seguidores tienden a seguir siendo fieles. Además, el fútbol también se está volviendo más global; pero el reconocimiento internacional del Manchester City es inferior al de sus rivales locales Manchester United y Liverpool, a pesar del atractivo de su entrenador Pep Guardiola.
Silver Lake sin duda tiene algunas habilidades que ofrecer, pero CFG probablemente mantuvo el equilibrio de poder en las negociaciones. En primer lugar, el grupo ya cuenta con acaudalados patrocinadores en Abu Dhabi United Group, del jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan, el accionista controlador, así como el accionista minoritario China Media Capital. Difícilmente necesita más dinero.
Además, es posible que sus requisitos de gasto inmediato sean más analógicos que digitales. La compañía está en conversaciones avanzadas para construir un estadio para su equipo de Nueva York y sus ambiciones globales sugieren un deseo de agregar otro club a su cartera.
Entonces, ¿por qué incorporar un nuevo inversionista externo? La experticia se puede comprar al contratar a personas buenas, sin diluir a los propietarios existentes.
Una respuesta es que Silver Lake brinda una llamativa validación externa del valor de Manchester City. El precio equivale a 6,4 veces las ventas de CFG para el año financiero 2018, cuando el grupo registró una pérdida de 45 millones de libras (US$ 58 millones). Ese múltiplo de ingresos se compara con las 4.3 veces de Manchester United Plc y las 4.9 veces de la Juventus de Italia. El propio Manchester City (en lugar de CFG en su conjunto) publicó hace poco sus resultados de 2019, donde se muestra un crecimiento de los ingresos de 7% y afirma haber sido rentable durante cinco años.
La alta valoración es un obstáculo para lograr el tipo de rendimiento que normalmente busca el capital privado. Una participación minoritaria no controladora y un probable período de tenencia que excede los cinco a siete años habituales de la industria de compras hacen de este, un inusual acuerdo.
Otro gran obstáculo es una posible prohibición para Manchester City de la lucrativa Liga de Campeones de Europa debido a presuntas infracciones de las normas de “juego limpio financiero”. Dependiendo de la deuda que pueda aplicar a su participación, Silver Lake podría tener que abandonar su participación con una valoración tres veces mayor para que se acumule durante una década.
El potencial para expandir la base de admiradores internacionales de City es una fuente de optimismo. La tecnología puede ayudar a monetizar eso. La distribución de contenido deportivo está evolucionando rápidamente: sea testigo del inminente streaming de Amazon.com Inc. de los juegos de la Premier League inglesa. Silver Lake está en el banquillo para influenciar en cómo se desarrolla esto. Pero es una gran apuesta para una empresa mediana que, de no ser así, se centra en EE.UU.
Por Chris Hughes
Esta columna no refleja necesariamente la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.