Para la mayoría de los que vieron al astro del Borussia Dortmund Jadon Sancho mientras se quitaba la camiseta para revelar el mensaje de “Justicia para George Floyd”, fue una poderosa expresión de activismo dentro de un campo de fútbol.
Para el árbitro encargado de ese juego de la Bundesliga, fue una acción que ameritaba un castigo. Pocas veces una regla ha lucido tan insensible.
En uno de los pocos deportes transmitidos a nivel mundial el domingo, Sancho mostró al mundo del fútbol que la muerte de Floyd tiene repercusiones que rebasan las fronteras de Estados Unidos.
Floyd, un hombre de raza negra, fue grabado mientras intentaba respirar el lunes de la semana pasada en Minneapolis mientras un policía lo inmovilizaba presionando su rodilla contra el cuello por varios minutos. El fallecimiento de Floyd ha desencadenado varios días de protestas en distintos puntos de Estados Unidos.
Y este fin de semana, cuatro jugadores de la liga alemana de fútbol realizaron muestras de apoyo a los manifestantes.
La federación alemana de fútbol confirmó el lunes que el árbitro que sancionó a Sancho, Daniel Siebert, se apegó a las reglas a nivel internacional para amonestar al jugador. Las reglas de la FIFA establecen que los jugadores deben ser amonestados por retirarse la camiseta durante un festejo.
Sancho podría enfrentar castigos adicionales por violar la regla que está en vigor desde hace seis años y que prohíbe los mensajes en la vestimenta — ya sean de índole política, religiosa o personal.
Pero, al sacarse la camiseta, Sancho resaltó una causa que es mucho más grande que los deportes.
“La amonestación de Jadon Sancho, o de cualquier otro jugador, por enviar un mensaje de apoyo a un hombre que fue asesinado injustificadamente, es la decisión equivocada”, dijo Piara Powar, director ejecutivo de la Red Fare contra la discriminación en el fútbol.
“Esta no es una causa política partidaria, o un tema que signifique una amenaza contra el fútbol, sino una expresión de preocupación y solidaridad de los jugadores de minorías raciales”, señaló.
Su compañero del Dortmund Achraf Hakimi reveló también su propia camiseta con la leyenda “Justicia para George Floyd” después de marcar el cuarto gol del Dortmund ante el Paderborn. El marroquí no fue amonestado debido a que no se quitó la camiseta por completo.
“En lugar de comentar lo que un jugador debería o no estar haciendo”, dijo Mary Harvey, directora del Centro por los Deportes y Derechos Humanos, “¿no deberíamos enfocarnos en por qué los jugadores sienten la necesidad de hacer esto en primer lugar?”
El exquarterback de los 49ers de San Francisco Colin Kaepernick se arrodilló durante el himno nacional en el 2016 en una protesta silenciosa contra la brutalidad policiaca y el racismo que dio inicio a un periodo de activismo antes de cada partido en la NFL.
El jugador de la Bundesliga Marcus Thuram imitó el domingo a Kaepernick después de anotar un gol para el Borussia ante el Union Berlín, arrodillándose y colocando el codo sobre el muslo con la cabeza agachada.
Un día antes, el mediocampista estadounidense Weston McKennie, del Schalke, portó un brazalete con la leyenda “Justicia para George” en su brazo izquierdo.
El presidente de la federación alemana Fritz Keller expresó el lunes un “enorme respeto” a las muestras de solidaridad por parte de los jugadores.
“Estoy orgulloso de ellos”, dijo Keller. “Desde el punto de vista moral, entiendo por completo sus acciones durante el fin de semana”.
Pero la muestra de empatía de Keller vino acompañada de un comunicado en el que se anunció que los jugadores podrían ser sancionados debido a que la federación asegura que los juegos “deben permanecer libres de señalamientos políticos o mensajes de cualquier tipo”.