Tianshi Lv, country manager de Xiaomi Perú, llegó al país hace poco más de un año para liderar la empresa en medio de la pandemia. Tiene poco más de 30 años y sostiene que la edad no es impedimento para que uno logre sus objetivos profesionales. Su carrera así lo demuestra. Inició a los 18 años, cuando se mudó de su natal China a Filipinas, donde emprendió su propio negocio de enseñanza online de inglés. A la vez, comenzó a invertir en el mercado de valores y, cuando tenía 22 años, ya había terminado un MBA.
¿Es líder de una empresa tecnológica también se considera “geek”?
Me encanta la tecnología. Mi primer trabajo fue como vendedor de smartphones de una marca china en un quiosco de un mall. En 10 días pude vender 53 teléfonos y rompí el récord de ventas. Eso me ayudó a ser ascendido y seguir escalando.
¿Cuál es la clave para convencer en una venta?
Primero hay que conocer cuáles son las necesidades de los consumidores. No todos conocen la tecnología que hay detrás de un smartphone. Hay quienes lo compran por la cámara, otros por el almacenamiento. Por eso hay que situar el teléfono en el contexto de sus necesidades y demostrar cómo puede ayudarlos en su vida diaria.
¿Extraña algo de esos días o ya está totalmente adaptado a su nueva posición?
Es muy distinto. Lo positivo es que experimenté desde el fondo, paso a paso, lo que significa estar en una compañía como esta. Tras ser vendedor, empecé a liderar un equipo de 20 promotores. Luego lo hice en una provincia y después escalé a liderar una región. Pero en cada posición tuve que gestionar y entender el trabajo de mi equipo.
¿Qué tan complejo es ser joven y a la vez tener responsabilidades mayores?
Cuando estaba en la universidad o haciendo un MBA, siempre fui el más joven. Mucha gente puede creer que ser joven es una desventaja, pero para mí es todo lo contrario. La experiencia no se mide solo por tiempo, sino por cómo aprendes en cada paso de tu carrera. Además, la experiencia depende de la pasión y de la actitud que uno tiene.
Es decir, ¿un trabajador joven puede conseguir lo mismo que uno experimentado?
Sí, y puede hacerlo mejor. No es usual tener líderes jóvenes en este mercado. Hay que creer en uno mismo. Ser joven o ser experimentado puede ser una ventaja, pero depende de la actitud de seguir aprendiendo cada día también.
¿Hay alguna desventaja en ser joven en este mercado?
Cuando entré a este mundo tuve muchas dificultades. Pero todo depende de la perspectiva con que se mire el vaso medio lleno o medio vacío. Es una idea tradicional pensar que las mejores decisiones las hacen quienes tienen mayor experiencia. Nuestra compañía se caracteriza por su innovación y somos una empresa joven. En este sector, la edad no importa mucho.
¿Cuál considera que es su estilo de liderazgo?
Cualquier empleado puede hablarme a cualquier hora. Tenemos una comunicación abierta y animamos a todos a hablar, discutir, o aportar sus opiniones. Además, aquí los empleados deciden si quieren venir o no a la oficina. Me gusta el estilo de liderazgo sin reglas innecesarias.
¿A qué se refiere?
Hay un libro que me gusta mucho, “Aquí no hay reglas”, de Reed Hastings, CEO de Netflix, y Erin Meyer. En él se habla de que una empresa debe atraer a toda la gente talentosa y juntarla, tener comunicaciones horizontales y evitar las reglas. El trabajador no quiere tener reglas para todo, él sabe cuál es su trabajo. Como líder, lo más importante es que sepan la razón de su trabajo y que sea una gestión orientada a los resultados.
¿Lee con frecuencia?
Leo muchos libros, sobre todo de management. Puede que seas joven, pero creo que hablar con los demás, aprender de ellos, además de leer, te da herramientas para tener la experiencia que otros tienen. Leer es algo que puede ayudar a completar las carencias.
¿Qué otra actividad le gusta realizar fuera del trabajo?
Empecé a hacer equitación cuando era chico, así que he estado buscando aquí lugares para realizarla. Cuando estaba en Filipinas también me gustaba bucear. Tengo incluso una licencia para practicar buceo. Aprovecho el tiempo libre para conocer el Perú. Ya he ido a Nazca y Paracas, pero aún me falta mucho por conocer.