Una de las tradiciones más populares durante las fiestas de fin de año es acompañar las cenas con un buen vino espumoso, cuyo consumo se eleva como sus burbujas dentro de una copa. Por denominación de origen pueden ser llamados prosecco (Italia), champagne (Francia) o cava (España).
A diferencia de los espumantes comunes que obtienen su efervescencia a través de inyecciones, los vinos espumosos consiguen sus pequeñas burbujas por medio de una segunda fermentación carbónica, en botella.
José Antonio Olaechea, gerente general de Tacama, una de las empresas productoras de espumosos, cuenta a Gestión.pe que el mercado peruano todavía está desarrollando su vocación en la categoría, que representa el 10% de la venta total de vinos. Además, este año, a pesar del confinamiento propiciado por el COVID-19, han tenido importantes registros de venta en los últimos meses.
“La familia peruana celebra la Navidad y está tomando espumosos. Este año hemos encontrado que, debido al confinamiento, las personas lo están prefiriendo, así como al vino quieto (blanco, tinto y rosado), en línea con el año anterior, lo cual nos parece sumamente positivo”, indica.
El ejecutivo añade que, en los últimos meses la demanda por espumosos en Tacama ha tenido un crecimiento del 3%, lo cual consideran beneficioso debido a las dificultades vividas por la pandemia el coronavirus COVID-19.
“Las familias ahora buscan espumosos de buena calidad para disfrutarlo en conjunto, porque es un producto para compartir, no como para tomarlo en discotecas. Además, los gastos se han reducido. Las personas ya no salen a comer a la calle, se pide mucho delivery. y eso ha dado la oportunidad de darse un gusto”, explica.
Uno de los planes de Tacama con los vinos espumosos es fomentar que su consumo deje de ser estacional en el Perú, como sucede en Europa y en países de la región como Chile y Argentina. Olaechea señala que vienen trabajando en ello.
“Napoleón Bonaparte decía que el champán se merecía en la victoria y en la derrota se necesitaba. Es decir, para cualquier ocasión. Lo que nosotros estamos haciendo bajo el esquema de ‘Vino es Cultura’, es promover otras variedades de vino, en este caso los espumosos, que en el tiempo va a calar en mayores sectores de la calidad”, expone.
De esa forma, Tacama tiene la visión de que el espumoso no sea consumido únicamente desde octubre a diciembre, cuando se festejan los cierres de año en las empresas, institutos, universidades, así como Navidad y Año Nuevo, sino que pueda ser un integrante más de las reuniones familiares.