Siete de cada 10 mujeres no creen aún haber logrado sus metas de desarrollo labora dentro de una organización o trabajando de forma independiente. Este es uno de los hallazgos más impactantes del estudio “Las emprendedoras en el mundo laboral”, de Avon, realizado en febrero de este año. En él, se evidencia un gran interés de la peruana por emprender o tener un sostén económico de forma independiente.
De acuerdo con el informe, un 59% de peruanas tiene un negocio propio o un emprendimiento. Y cuatro de cada 10 mujeres que no son independientes a nivel laboral tienen interés por empezar un proyecto de este tipo; así como más de la mitad (52%) desea ello o trabajar por cuenta propia (freelance). Asimismo, la mayoría comenta que le gustaría que esto sea como complemento o reemplazo de un trabajo fijo en su vida.
Por otra parte, seis de cada 10 damas que cuentan con un negocio tienen estudios universitarios o posgrado. “Es importante porque el estudio muestra que más mujeres optan no solo por tener una carrera laboral, sino por estar preparada en una carrera universitaria o técnica (33%)”, señala al respecto Giovanna Chuquipiondo, gerente general de Avon.
Cambio de percepción
Aventurarse a tener un emprendimiento implica riesgos. Y si bien a nivel Latinoamérica hay un consenso sobre la idea de aprender en base al error, Perú tiene la mayor cantidad de emprendedoras (94%) que consideran que ello les ha ayudado a superarse y ven las equivocaciones como una forma de humanizar a los líderes, por lo que muestran una postura más amigable frente al tema.
En cambio, un tercio de las emprendedoras de Argentina, Colombia o Uruguay tienen un impacto negativo en su autoestima al errar.
Asimismo, cuando se les consulta a las peruanas sobre los estereotipos femeninos que enfrentan en el mundo laboral, un 41% sostiene que no hay ninguno. “Esto es muy alentador porque quiere decir que las mujeres dejan de victimizarse, que agarramos las armas que tenemos y salimos adelante”, comenta Chuquipiondo.
Mientras que en Chile y Colombia, por ejemplo, más del 40% considera que son percibidas como demasiado emocionales. En nuestro país, dos de cada 10 coincide con ello y tres mencionan que las personas creen que están en ese puesto a cambio de favores sexuales.
El mayor miedo
Dentro de los obstáculos más frecuentes que ven las mujeres para desarrollar su negocio propio, los más mencionados son: falta de dinero (67%), miedo al fracaso (33%) y falta de conocimiento del mercado (27%).
Pero si se analiza la situación para las mujeres que se animan a dar el paso al emprendimiento, se ve que el 74% de estas consiguen aportar igual o la mayor parte de los ingresos del hogar. Un motivo más para lanzarse al ruedo.
EN CORTO
- En la región. Las emprendedoras tienden a percibirse en una mejor situación económica que las que no lo son. La mitad comenzó su trabajo independiente durante la pandemia. Una de cada tres es el principal sostén del hogar. En promedio, llevan cuatro años en este camino.