El fútbol de primer nivel se ha vuelto extremadamente exigente y competitivo, siendo un mercado cada vez más exquisito a la hora de valorar futbolistas en el proceso de transferencias compra/venta.
Es así como el camino hacia la élite mundial se hace cada vez menos accesible a futbolistas como los peruanos, quienes pese a una nueva primavera de resultados bajo la dirección técnica de Ricardo Gareca, no han logrado llegar a las ligas más importantes del planeta con rendimiento sobresaliente como hasta hace ya algunos años lo hizo Claudio Pizarro en el Bayern Múnich de la Bundesliga alemana o Nolberto Solano en el Newcastle de la Premier League inglesa. ¿Pero, qué factores influyen en la valorización de un futbolista, qué es el valor de mercado y por qué no hay futbolistas peruanos tan codiciados como Kylian Mbappé y Erling Haaland?
Según Tobías Blaseio, administrador del portal español especializado en fichajes Transfermarkt, el valor de mercado es una cifra que se le asigna a un jugador de cara a una hipotética transacción futura y tiene por objetivo “alcanzar una cifra concreta que describa la situación deportiva y económica de un futbolista en un momento determinado”.
En ese sentido, se infiere que es determinante para el profesional en el fútbol adquirir valor de mercado, aunque la cifra será más o menos de acuerdo a la posición en la que se desempeñe dentro del campo; es decir, si juega de arquero, defensa, lateral, mediocampista o centro delantero.
“Los delanteros adquieren valor a base de rendimiento, a la cantidad de goles que hacen, a la secuencia de partidos que tengan y a la continuidad. Los centrales, en cambio, por los enfrentamientos uno a uno que ganan, o cuando es citado a la selección. Hay muchas formas de hacerlo y las plataformas como Wyscout, que es un mundo de estadísticas y datos, ayudan mucho”, explica el uruguayo Rafael Monge, representante de futbolistas, entre ellos el uruguayo Jonathan Dos Santos con pasado en Universitario de Deportes, a gestion.pe.
Problema estructural
Pero existe un problema estructural para el futbolista peruano: su casi nulo valor en el mercado internacional. Para nadie es un secreto que un brasileño, argentino o uruguayo está mejor cotizado en el mercado que un peruano y la gran diferencia radica, de acuerdo a Óscar Balbuena, representante de futbolistas peruanos, en dos factores: el prestigio y la característica propia.
“Nosotros somos los carros chinos del fútbol, podemos ser buenos, pero no tenemos cotización internacional. Si te compras un carro, te recomiendan un Toyota o un Audi; pero pocos te dicen cómprate un carro chino, ¿por qué? Porque el carro chino, independientemente de que puedan ser buenos, no tienen nombre internacional (...) El otro problema es la característica del jugador. A todos nos gusta cómo juega Raziel García, pero a nivel internacional gusta más cómo juega un ecuatoriano con verticalidad y fuerza”, argumenta en entrevista con este medio.
Para Balbuena, la marca Perú no es atractiva en el exterior y está, incluso, por debajo de Venezuela, que tiene mucho más futbolistas jugando en el exterior que nosotros. “A nivel de Sudamérica estamos solo un poco por encima de Bolivia”, agrega. Y lo que es aún mucho más preocupante es que el problema se agudiza por la poca predisposición de los clubes peruanos en cultivar una cultura de venta de jugadores en el mercado internacional.
Para muestra un botón: en lo que va del 2021, de diez futbolistas peruanos que emigraron, solo uno fue a través de una venta. “En el fútbol peruano las ventas de jugadores son casi inexistentes. Municipal tuvo la temporada pasada dos jugadores que destacaron: Matías Succar y Rodrigo Vilca. El primero se fue a Austria y el segundo ahora está en un equipo de tercera división inglesa. Ninguno se fue vendido, que es distinto a irse al exterior. Ambos se fueron en calidad de libres”, detalla Balbuena.
Esta característica del mercado peruano va en contra del club y el jugador. ¿Por qué? Por un lado, el club no genera ingresos de acuerdo a la venta de jugadores, que serían aproximadamente cinco veces más a los que recibe por derechos de formación (pago mínimo exigido por FIFA), ni fomenta un incentivo para continuar con esta práctica; y por otro lado, la apuesta del club comprador por el jugador es una a muy corto plazo, porque no tiene que recuperar la inversión hecha por él. “Al no pagarse una transferencia alta, el jugador está expuesto a que si no funciona bien el primer mes, ya no cuenten más con él”, sentencia el agente de futbolistas.
Los jóvenes y el factor Gareca
Potenciar la valorización del futbolista peruano en el exterior requiere de un esfuerzo conjunto y constante de los clubes y las instituciones relacionadas al negocio del fútbol. Para Balbuena, el tema pasa por cambiar la estructura de los clubes, de manera que se interesen en formar y vender jugadores al exterior. “Si siguen contratando extranjeros mayores de 30 para que jueguen aquí, y me refiero a los centro delanteros que es la posición que más vale en el mercado internacional, todo seguirá igual”, cuestiona.
A eso se suma la necesidad de contar con un embajador en el extranjero, como Claudio Pizarro, en Alemania, o Raúl Ruidíaz, en México, que abra las puertas del mercado para que más compatriotas lleguen a esas ligas, tal y como ocurrió con Paolo Guerrero cuando fue al Bayern Múnich sin haber debutado profesionalmente en Alianza Lima.
Pero lo cierto es que cada esfuerzo vale, por más mínimo que sea. Y el factor Ricardo Gareca tiene mucho que ver en esta situación. Desde que asumió la dirección técnica de la selección, el Perú creció en cuanto a la valorización del jugador peruano en el mercado internacional. “La selección peruana ha tenido un salto de calidad muy grande. Creo que el futbolista peruano ya está al nivel del chileno, es más codiciado ahora por su calidad”, dice Monge al respecto.
La clasificación al Mundial de Rusia 2018, el subcampeonato en la Copa América de Brasil 2019 y las marcas que se han alcanzado desde la llegada del argentino al Perú han generado una curva ascendente en cuanto a la cotización del jugador nacional en el exterior; pero, a excepción de Luis Advíncula que fue cedido al Rayo Vallecano a fines de julio del 2018, ninguno de ellos logró dar el salto a una de las grandes ligas en Europa.
Uno de los casos más representativos es el de Christian Cueva, quien luego de la Copa del Mundo dejó Sao Paulo para ir al Krasnodar ruso; mientras que el uruguayo Lucas Torreira, quien también estuvo en Rusia 2018, pasó de la Sampdoria de Italia al histórico Arsenal de la Premier League inglesa. Queda claro que el factor Gareca no alcanza, no ha sido suficiente.