FOTO: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO
FOTO: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO

Hay tantas razones para comprar arte como existen compradores. Sin embargo, el primer motivo para hacerlo es la fascinación que puede ejercer una obra en una persona. “Tiene que haber una conexión entre el lienzo y la persona interesada”, dice una de las art dealers que, en esta nota, analizan el perfil del cliente, sus motivaciones, cuánto gastan, entre otros detalles.