La llegada de la pandemia del COVID-19 implicó diversos cambios en todos los sectores empresariales. Desde la aceleración de la transformación digital en compañías, hasta cambios en los hábitos de consumo de los peruanos en general.
Las empresas de los rubros panadería, pastelería y chocolatería no han sido la excepción a la regla. Según el informe Taste Tomorrow 2021, elaborado por la firma Puratos, existen cuatro rubros clave que han presentado cambios sustanciales: conveniencia y tecnología, sabor del producto, estilo de vida del consumidor, y salud y bienestar.
El estudio que recoge las percepciones de 17,000 consumidores de 40 países diferentes en todo el mundo revela que, a nivel regional, el 70% de los consumidores concuerda en que la ciencia es un factor clave para la industria alimenticia.
Asimismo, aunque las compras en línea en estos establecimientos han aumentado, los consumidores siguen optando por acercarse a las mismas tiendas para asegurarse de obtener productos con un adecuado nivel de frescura y calidad.
En cuanto al sabor, el 90% de los encuestados afirmó que busca percibir el aroma de algo fresco y recién horneado. Además, el 85% sigue optando por los sabores tradicionales.
El 90% de los consumidores aseguró que revisa la información de los empaques. De estos, el 46% prioriza los ingredientes que contienen los productos y el 43% la información nutricional. Además, afirmaron ser cuidadosos con la cantidad de azúcar (45%), calorías (42%), granos proteínas (33%) y granos enteros (29%).
Consumidor peruano
La situación en Perú se asemeja a las tendencias que se presentan a nivel mundial ya que para los peruanos no es menos importante priorizar productos saludables, frescos y que puedan recibirlos en la comodidad de su casa, según Fabio Di Giammarco, presidente regional de Puratos para América del Sur.
“Observamos que hay una tendencia a consumir productos artesanales. A los productos hechos a mano le dan bastante importancia a nivel local. Eso ni el COVID-19 lo impidió”, refirió en declaraciones a Gestión.pe.
“Al día de hoy tenemos un consumidor más sofisticado, cada vez más educado, informado. Tanto en relación al intermediario con el que interactúa como informado y educado sobre lo que consume. Cobra relevancia la frase ‘somos lo que comemos’”, añadió.
El estudio reveló que el 50% de los consumidores peruanos tiene confianza en que la inteligencia artificial será clave para sus comprar en línea.
Por otro lado, el 83% consideró que los restaurantes y tiendas deberían tener entregas a domicilio y el 70% no quiere que las tiendas físicas desaparezcan.
Sobre los factores clave para comprar y seleccionar productos, el 48% de los clientes presta atención a la fecha de caducidad y el 81% gusta de los sabores tradicionales.
“Existe una clara preocupación con relación a la frescura de los alimentos. Esto puede ser una posible barrera a la hora de comprar en línea, sobre todo cuando se trata de productos como panes”, apuntó Di Giammarco.
En relación al estilo de vida, el 80% desea saber el origen de lo que compran, mientras que el 73% considera que la comida con ingredientes locales ayuda al medioambiente.
La aplicación de los ya conocidos octógonos de advertencia también ha jugado un rol parcial en el cambio de hábitos, aunque este no ha sido de forma “drástica”, según el representante de Puratos.
“No creo que el octógono esté cambiando drásticamente su conducta. Solo se ha acelerado este cambio aunque no se puede negar que el cliente ahora vela por tener un producto más ético y saludable e incluso de algún modo cuestiona al fabricante”, dijo.
Desafíos para el sector
Para el ejecutivo, las empresas se han resistido por muchos años en invertir productos más saludables debido al miedo de que pierdan su sabor o valor nutricional.
“Esto no tiene por qué ser una dicotomía. Es posible preservar el sabor a través de tecnología, pero hace falta más inversión en salud”, consideró.
Otro punto que de momento está pegando a las empresas es la falta de algunas materias primas para la elaboración de los productos, lo que podría representar aplicar ciertas alzas temporales.