En 1993, Diego Maradona lideró a la Argentina hacia una victoria contra Australia en el partido más importante que hasta aquí disputaron ambas selecciones en su historia. 29 años después, el destino quiso que Lionel Messi sea ahora quien asuma la responsabilidad en el Mundial.
Argentina, dos veces campeón mundial, y una Australia con muchos menos pergaminos chocarán en los octavos de final el sábado en el estadio Ahmad bin Ali de Doha, en un cuadro que en teoría se le presenta bastante favorable a la Albiceleste para llegar a la final del 18 de diciembre.
En un escueto historial de siete duelos, el más importante lo protagonizaron a fines de 1993 en el repechaje para el Mundial de 1994. Argentina no había superado la eliminatoria sudamericana tras la bochornosa goleada 5-0 que le propinó Colombia. Maradona, que se había alejado del seleccionado tras su primer dopaje, decidió ayudar el equipo en la travesía a Oceanía.
Con el impulso del astro, Argentina ganó el partido de ida y empató la revancha en Buenos Aires, quedándose con el boleto mundialista.
Casi tres décadas después y en un escenario todavía más impactante, el capitán Messi buscará convertirse en el talismán de un seleccionado que arrancó el certamen con un inesperado traspié ante Arabia Saudí, pero que tras las victorias sobre México y Polonia volvió a perfilarse como candidato.
Los “Socceroos”, por su parte, lograron por primera vez en la historia encadenar dos triunfos en el mismo torneo y repitieron la hazaña de Alemania 2006 cuando quedaron entre los 16 mejores.
Argentina intentará no tropezar otra vez con la misma piedra. Así como se daba por descontado un triunfo ante los saudíes, ahora también carga con más obligaciones que su próximo rival.
“El que piense que Australia será un partido fácil está equivocado”, advirtió el técnico argentino Lionel Scaloni. “Todos son partidos difíciles. A nosotros nos ganó Arabia y nadie lo esperaba. El fútbol hoy es partido a partido. Incluso jugando bien podés perder”.
El técnico invocó prudencia tras el mejor partido de Argentina en lo que va de la Copa del Mundo, con un Messi que supo reponerse de un penal fallado y la frescura que aportaron los jóvenes Alexis Mac Allister y Enzo Fernández en el mediocampo y Julián Álvarez en la delantera.
Scaloni no repitió equipo en el torneo y no está claro que pueda hacerlo ante la sobrecarga muscular que padece el extremo Ángel Di María. No hay un jugador de sus mismas características en el plantel, por lo que si no juega se podría cambiar de esquema.
Una opción sería el regreso al equipo del artillero Lautaro Martínez, que fue suplente ante Polonia, y que Álvarez ocupe la posición de Di María.
En Australia no creen sea imposible vencer a la Argentina de Messi para meterse en unos inéditos cuartos de final.
“Va a ser un juego difícil. Obviamente, jugando contra probablemente el mejor futbolista que haya aparecido en este juego”, admitió el defensor Milos Degenek. “(Pero) son once contra once. No hay once Messis. Hay uno”.
“No hay presión para nosotros”, dijo por su parte el delantero Mathew Leckie. “Solo necesitamos disfrutar el momento, disfrutar la ocasión. Y como dije, nadie espera que ganemos. Entonces, sorprendamos al mundo”.
El sobreviviente de esta llave se medirá con el ganador de Holanda-Estados Unidos.
Fuente: AP