La fiebre de los autocines se ha expandido en las últimas semanas, como una alternativa de entretenimiento frente a las salas convencionales. Sin salir de sus vehículos, los cinéfilos podrán ver películas y disfrutar de una experiencia “vintage”.
Sin embargo, ¿es posible modernizar este modelo de negocio o incluso tener una oferta de lujo para garantizar su sostenibilidad en el tiempo? Las acciones que tomen sus propietarios lo dirán.
Casos del extranjero
En España, por ejemplo, se abrirá Autocine Madrid RACE en un terreno de 27,000 metros cuadrados y con capacidad para 350 autos, lo que significa alrededor de 1,400 espectadores.
“Si en una sala de cine nadie quiere a una persona alta delante, en un autocine las camionetas todoterreno son el vecino a evitar”, cuenta el portal Expansión.
En dicho país, abrieron diversos negocios de este estilo en el 2017. “Es una experiencia. Me atrevería a decir que lo que va a salvar al cine de la crisis es la comida e Instagram”, recoge el medio europeo de uno de los fundadores que indica que el 90% de sus clientes también cena en los food trucks del lugar, lo cual es fotografiado y compartido por los usuarios en redes sociales.
En Dubái, los aficionados al cine podrán ver películas en un autocine creado en el techo de uno de los shoppings más grandes del mundo.
A nivel de Latinoamérica, Brasil es el primer país en promover esta actividad. Además del Perú, México, Ecuador y Argentina también cuentan ya con el permiso para llevar a cabo esta iniciativa.
Diversificar el negocio
Pero en algunos lugares la idea no consiste en tener una cartelera todos los días, como apunta Infobae. “En el mismo espacio se alterna el cine con eventos privados, monólogos y conciertos”, añade Expansión. El Autocine Madrid RACE, por ejemplo, funciona como un espacio multiusos.
Alquilar el complejo en su totalidad durante un día para un evento puede costarle a una empresa unos US$ 34,000, incluyendo el catering.
“El 20% de sus ingresos procede de sus patrocinadores, que pueden desembolsar entre US$ 17,000 y US$ 200,000 al año, según la visibilidad”.
El 80% restante de su facturación proviene de la venta de entradas, de los eventos y rodajes o producciones.
Ampliar el alcance y ofrecer lujo
Las alianzas también son clave para maximizar el acceso al público. Por ejemplo, algunos autocines firman acuerdos con empresas de carsharing. A través de su servicio, usted puede alquilar por horas un vehículo para disfrutar la película.
En los veranos también se instalan hamacas para ver la película al aire libre. Además, pronto se construirá el primer autocine del mundo dentro de un circuito de carreras. Este proyecto cuenta con terrazas, pero también con la opción de conducir un Ferrari por el circuito.
Selección de la cartera
Según el portal La Vanguardia, el 90% de las películas en los autocines de España son estrenos y en un 10% clásicos. Pero se evalúa un cambio de estrategia puesto que, según los operadores, “un clásico funciona y te da más flexibilidad para cuadrar eventos el resto de la semana. Si contratas una película de estreno, tienes que proyectarla un mínimo de siete días y te mina el carácter polivalente del recinto”.
Se inaugurarán tres autocines en el Perú
- Alternativas. Como parte de la tercera fase de la reactivación económica, hasta el momento se ha anunciado que se abrirán tres autocines a nivel local: el proyecto de Tondero y Jockey Plaza “Autocinema+”, en Surco; “Autocinemas Arnold’s”, en Magdalena, y “Autocinema Music”, en la provincia de Arequipa.