Con cada vez menos restricciones por la pandemia, la gente ha vuelto al cine desde agosto del 2021, cuando se les permitió a las salas un aforo reducido. Ahora, al 100%, las cadenas esperan recuperarse.
Sin embargo, esto tomará tiempo. “A nivel industria, tenemos un 60% de ventas de lo que teníamos antes de la pandemia”, estima Mónica Ubillús, gerente administrativa de UVK Multicines. La ejecutiva calcula que a finales de 2023 o inicios del 2024 los cines peruanos estarían nuevamente con números prepandemia.
Estrategias para la recuperación
Para atraer otra vez a los espectadores a las salas, Ubillús comenta que se ha potenciado el “event cinema”. “Está funcionando, hemos podido llegar a un nuevo público trayendo espectáculos internacionales de corte cultural y deportivo, con alianzas con la Ópera Metropolitano de Nueva York o la Champions League”, cuenta la directiva de UVK, que es parte del gremio ANASACI.
Asimismo, Ubillús comenta que los reestrenos de obras clásicas del séptimo arte han ayudado a llevar nuevos clientes. “Nos ha ido muy bien con películas como ‘Pulp Fiction’, ‘El silencio de los inocentes’ y ‘El exorcista’, cuya facturación en su reestreno fue un 60% del total de esa semana”, detalla.
En el caso de la confitería, la administradora dice que se ha diversificado con la entrada de nuevos productos, como pizzas y hamburguesas.
En cuanto al precio de entradas, señala que el ticket promedio de esta cadena es de S/ 13. “El precio de boletos en Perú es el más bajo de Latinoamérica”, acota.
Competencia
Ubillús no considera a las plataformas de streaming como una competencia, aunque admite que sí han tenido un impacto. Sin embargo, señala que la experiencia del cine es distinta y, por lo tanto, hay un cliente dispuesto a ir. “El cine siempre ha convivido con formatos diferentes. En su época fue el Betamax, el VHS, el DVD, y así hasta la actualidad”.
Un cine no puede vivir de la venta de entradas. En el ticket, un 50% como mínimo le pertenece al dueño de la película. Además, en el país estamos gravados doblemente: un impuesto municipal del 10% y un IGV del 18%. Por eso el cine tiene que ir de la mano de la confitería.