Del World Economic Forum - Agenda Global
El filántropo estadounidense y cofundador de la corporación Microsoft ha estado advirtiendo durante mucho tiempo sobre la posibilidad de una pandemia mortal. Durante la conferencia TED de Vancouver en 2015, que tuvo lugar hacia el final de la epidemia de ébola de 2014-2016 en África occidental, explicó por qué no estábamos preparados para ello.
"El problema no era que hubiera un sistema que no funcionara lo suficientemente bien. El problema era que no teníamos un sistema en absoluto", dijo.
A medida que el coronavirus COVID-19 se propaga por el mundo, con más de 300,000 personas infectadas hasta la fecha, todavía no lo tenemos.
“Si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, lo más probable es que sea un virus altamente infeccioso y no una guerra: no [serán] misiles, sino microbios”, advirtió Bill Gates durante una charla de TED hace cinco años.
"Parte de la razón es que hemos invertido una enorme cantidad en disuasión nuclear, pero en realidad hemos invertido muy poco en un sistema para detener una epidemia", explicó.
“No estamos listos para la próxima epidemia”.
La pieza crítica: el personal sanitario
Entre 2014 y 2016, “la mayor, más grave y más compleja epidemia de ébola”, en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), golpeó con especial dureza a los países de África occidental, Guinea, Liberia y Sierra Leona. A nivel mundial, el brote infectó a más de 28,000 personas y causó la muerte de más de 11.000.
Como explicó Gates, había razones para que el ébola no se propagara más. No se propaga por el aire y, para cuando la mayoría de las personas son contagiosas, por lo general ya están postradas en la cama. Además, el virus no llegó a muchas zonas urbanas durante este brote en particular, lo que habría hecho que se propagara con mayor rapidez.
Sobre todo, dijo, la contención se debió a "mucho trabajo heroico de los y las trabajadoras de la salud. Encontraron a la gente y evitaron más infecciones". Esto ocurrió a pesar de que no había un gran número de personal experto en epidemiología o equipos médicos "listos para salir" para examinar los diagnósticos y los enfoques de tratamiento.
"La próxima vez puede que no tengamos tanta suerte. Se puede tener un virus en el que la gente se sienta lo suficientemente bien mientras está infectada como para subirse a un avión o ir a un mercado", dijo.
Estas son palabras escalofriantes para recordar que gran parte del mundo está encerrado en casa para evitar contagiarse y propagar el COVID-19 - que, según sabe la comunidad experta ahora mismo, se propaga con bastante facilidad a través de las gotas respiratorias.
Cómo podemos prepararnos para la próxima epidemia
Una gran epidemia requeriría "cientos de miles de trabajadores", dijo Gates.
"Podemos construir un sistema de respuesta de respuesta realmente bueno", continuó, utilizando tecnología como los teléfonos celulares para hacer llegar la información con rapidez a las personas y mapas satelitales que muestren las tendencias migratorias, así como avances en biotecnología que "deberían cambiar de manera drástica el tiempo de respuesta" para las vacunas y los tratamientos. Esta ciencia y tecnología ya se están desplegando en la actual pandemia de coronavirus.
Pero estas herramientas deben formar parte de un sistema de salud mundial general, y la preparación para la epidemia debe parecerse a la preparación para la guerra, con trabajadores a tiempo completo y reservas listas para desplegarse con celeridad, y para ver lo bien que está preparada la gente.
Para hacer frente a la próxima epidemia, Gates ha sugerido que necesitamos lo siguiente:
- Sistemas de salud sólidos en los países pobres.
- Cuerpos médicos de reserva, con mucha gente entrenada y experiencia lista para incorporarse.
- Poner en contacto al personal experto médicos y militar, para que el militar puedan proporcionar logística y áreas seguras.
- Simulaciones o "juegos de gérmenes" para ver lo bien que están preparados los líderes.
- Mucha I+D avanzada en el ámbito de vacunas y diagnósticos.
"Si hay algo positivo que puede salir de la epidemia del ébola", dijo Gates al final, "es que puede servir como una alerta temprana, una llamada de atención para prepararse".
No hay mejor tiempo que el presente.
No estamos preparados
En octubre de 2019, semanas antes de que se identificara el brote de COVID-19 en China, el Foro Económico Mundial, junto con el Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins y la Fundación Bill y Melinda Gates, organizó un ejercicio de simulación de alto nivel para la preparación y respuesta ante una pandemia.
El ejercicio reunió a líderes empresariales, gubernamentales, de seguridad y de salud pública para abordar un hipotético escenario de pandemia mundial. También incluyó una experiencia virtual en vivo para involucrar a las partes interesadas a nivel global y al público en general.
¿Qué aprendimos? "Por desgracia, no estamos preparados", explicaron el presidente del Foro Económico Mundial, Børge Brende, y Ryan Morhard, Líder de Comunidad del Foro, para IO e IGWELS.
Meses después, las personas participantes -incluyendo líderes y personas expertas en enfermedades infecciosas de China, Singapur, Australia y Nigeria, así como cargos ejecutivos de empresas como Johnson & Johnson, Lufthansa Airlines y Marriott International- están poniendo en práctica lo que aprendieron.
No es demasiado tarde, según Brende y Morhard.