El Índice Global de Felicidad es un medidor que utiliza las Naciones Unidas para evaluar el estado de los países en todo el mundo utilizando diferentes factores como el apoyo social, el PIB per cápita, la libertad para tomar decisiones vitales, la generosidad, entre otros.
Perú, en el reporte del 2018, terminó en el puesto 65 del total de 155 países analizados. A pesar de que la riqueza financiera de familias peruanas subió un promedio de US$ 22,500 millones a diferencia del 2017, esto no se refleja en la felicidad de los ciudadanos.
Los motivos pueden ser variados. Desde un aumento en los casos de depresión hasta la contaminación ambiental de las ciudades, lo cierto es que todos están expuestos a factores que influyen en su realización personal. Sin embargo, hay algunos consejos que siguen las personas más felices y exitosas para hacer su vida más dichosa, y no tiene nada que ver con el dinero:
1. Hacer un inventario
Hacer una lista de las cosas dentro de tu vida que traen felicidad o tristeza es un primer paso hacia una dichosa existencia. De esta manera, podrás identificar las cosas que deben ser cultivadas o repetidas y las que deben ser arregladas o meditadas.
Un gran ejemplo de esto son los niños o los bebés. Incluso antes de comenzar a hablar, ellos van directamente hacia las cosas que los hacen felices, rechazando aquellas cosas que traen temor o tristeza.
2. Arreglar las cosas
Al igual que hacer un inventario de los aspectos de tu vida que deben cambiar, el siguiente paso es convertir esa culpa en oportunidades. Así como las personas pueden analizar las malas decisiones que tomaron en el pasado, estas pueden llegar a ser advertencias que definan las elecciones del futuro.
Es mejor hacer algo para tratar de arreglar lo que tenemos dentro de nosotros a no hacer nada. De hecho, es más fácil perdonarnos si intentamos un cambio de rumbo en lugar de quedarnos en el mismo sitio donde comenzamos.
3. Celebra en gratitud
Las personas más exitosas y felices se concentran en las cosas que consideran buenas para su vida. Escribir un diario de agradecimiento por todas las cosas positivas que suceden puede ser un gran recordatorio y así concentrarse en estas cosas y no mirar el lado negativo de todo.
4. Reconoce lo que puedes controlar
Algunas de las fuentes más comunes de tristeza en la vida de las personas están fuera del control de las mismas. Pensar demasiado en estas situaciones o temas no harán que las cosas cambien y puede llegar a ser una fuente inagotable de frustración.
Por otro lado, tomar control de las cosas que sí podemos cambiar y responder positivamente a los demás puede hacer una gran diferencia en el nivel de felicidad que uno siente.
Las personas con un mayor índice de felicidad y éxito toman responsabilidad de sus acciones para resolver conflictos que incluyan a otros, pero en lugar de concentrarse en lo que hizo mal, toman una posición proactiva para encontrar soluciones de manera rápida y eficaz.
Esto es un hábito que se tiene que practicar a cada momento. Una persona decepcionada de sí misma tiende a mirar todos los conflictos desde una perspectiva negativa. Sin embargo, siempre hay una manera de retomar las decisiones, aprender de ellas y tratarse con compasión, perdonándose y dejando ir el rencor que puede intoxicar la mente.
5. Preguntar a tu "Futuro Yo"
Cuando sea el momento de tomar una decisión, preguntarse cuál sería la reacción de nuestro "Futuro Yo" es una gran herramienta que utilizan las personas para ir por el camino correcto si nuestro "yo" del futuro estará agradecido por ello.
En algunas ocasiones, no siempre todos los resultados serán positivos, por lo que esta pregunta también servirá para decidir sobre aquellas cosas con las que podremos lidiar en el futuro y no lamentar los fallos del presente.
6. Redirige tus recursos
Es una costumbre común tener una lista extensa de excusas sobre por qué no hacer más cosas por nuestra propia felicidad. Las personas están acostumbradas a hacer muchas actividades extras que no necesariamente contribuyen con su felicidad.
Tener un control de nuestro tiempo y dinero puede brindarnos un poco de luz sobre esos espacios o gastos innecesarios que podrían ser invertidos en acciones para lograr objetivos que nos hagan más feliz.
7. Crear costumbres no negociables
Ya sea caminar por el parque o disfrutar de una taza de café, algunas costumbres o "rituales" del día a día pueden traer pequeñas dosis de paz y felicidad. Por esta razón, se recomienda que sean inamovibles y no negociables.
Muchas veces las personas intercambian su tiempo de ocio por trabajo o reuniones sociales que al final no aportan en su desarrollo personal. Tener en un calendario estos espacios de evaluación interna y no cambiarlos por nada puede contribuir mucho en su felicidad.
8. Abrazar las nuevas experiencias
Así como un niño se aferra a un nuevo juguete, cuando aprendemos algo emocionante para nosotros, experimentamos un aumento en la dopamina, el neurotrasmisor vinculado al placer. Aprender nuevas cosas rompen las barreras internas de una persona y nos hace ver el efecto de estas cosas en los demás.
Buscar siempre nuevas experiencias para el aprendizaje desencadena este tipo de respuesta, haciendo crecer las habilidades de uno e integrar más felicidad en el trabajo y en la vida en general.