Quien tenga muchas ganas de ver los extensos paisajes urbanos de Cantón, una bulliciosa provincia al sur de China, desde lo alto pronto podrá hacerlo sentado en la cabina de un taxi volador.
El 13 de octubre, la Administración de Aviación Civil de China (AACC) le otorgó un “certificado de tipo”, un documento crucial de aviación, al primer taxi eléctrico de despegue y aterrizaje vertical del mundo (eVTOL, por su sigla en inglés). Y si eso no suena muy futurista, el pequeño biplaza, llamado EH216-S, también fue autorizado a volar sin un piloto a bordo.
EHang, una empresa de Cantón, es la fabricante del EH216-S, un vehículo que se parece a un dron de consumo a escala con una burbuja para pasajeros montada en la parte superior. La propulsión proviene de dieciséis pequeños rotores, montados en las puntas de ocho brazos que se pliegan cuando el vehículo no está en uso, lo cual permite estacionarlo en espacios pequeños.
EHang ya instaló una fábrica para producir la aeronave a escala. La empresa espera que los vuelos turísticos en Cantón puedan empezar antes de finales de año. También hay interés en otros lugares. El 18 de octubre, el gobierno de la ciudad de Hefei, en la provincia de Anhui, anunció un acuerdo de US$ 100 millones con EHang para disponer de 100 de estos aparatos para ofrecer vuelos turísticos y otros servicios, como entregas y respuesta de emergencias. La empresa cree que sus eVTOL algún día podrán ofrecer viajes en taxi a un precio similar al de los taxis terrestres.
En todo el mundo se están desarrollando muchos eVTOL. Según Robin Riedel, codirector del Centro de McKinsey para la Movilidad Futura, ya han recibido pedidos por un valor superior a US$ 30,000 millones. Si China, un país muy interesado en promover el sector, es el primero en certificar uno podría obtener una valiosa experiencia operativa.
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La AACC dio su aprobación después de que EHang realizó más de 40,000 vuelos de prueba, incluidos algunos con pasajeros voluntarios en dieciocho ciudades de China. También sometió al EH216-S a análisis estructurales y pruebas de choque y comprobó su capacidad para seguir volando si falla uno de sus rotores.
Los reguladores también inspeccionaron la red inalámbrica que EHang utiliza para vincular sus taxis voladores con un centro de control en tierra. Esto permite que los pilotos de reserva aterricen una aeronave por control remoto si hubiera un problema.
Según EHang, sus eVTOL sin piloto serán más silenciosos que los helicópteros, sus primos más cercanos, y mucho más baratos de operar, gracias en parte a que puede cambiar un piloto caro por un segundo pasajero que pague. Sin embargo, el rendimiento será limitado, al menos al principio.
El EH216-S tiene una autonomía de unos 30 kilómetros y una velocidad de hasta 130 kilómetros por hora. EHang está desarrollando una segunda versión, el VT30, con 300 kilómetros de autonomía, aunque requerirá una certificación distinta.
La empresa cree que al eliminar los pilotos también habrá mayor seguridad, del mismo modo que los entusiastas sostienen que los autos que se conducen solos, si algún día son de uso generalizado, podrían ser más seguros que los que conducen los humanos. La atención de una computadora nunca titubea y sus reflejos funcionan a la velocidad del silicio. Y, en muchos sentidos, volar es mucho más fácil de automatizar que conducir, pues hay menos obstáculos y situaciones inesperadas que sortear.
EHang también tiene ambiciones fuera de China. Ha realizado vuelos de demostración en Estados Unidos y Europa para obtener certificaciones de tipo en ambos mercados. Según la empresa, espera que la aprobación china reduzca el proceso. No obstante, es probable que los reguladores de aviación estadounidenses y europeos adopten un criterio más cauteloso que sus homólogos chinos.
Ambos han señalado que al principio solo aprobarán los taxis aéreos pilotados y que únicamente permitirán los vuelos autónomos después de que los vehículos hayan demostrado ser seguros en manos humanas. Debido a que la mayoría de los eVTOL pilotados en desarrollo están diseñados con la automatización en mente, tener que construir versiones pilotadas aumenta los costos. Sin embargo, esto podría animar a más gente a utilizarlos.
Volocopter y dos empresas californianas, Joby Aviation y Archer Aviation son los rivales más cercanos de EHang. Las tres están realizando vuelos de prueba en varios diseños de eVTOL pilotados. Por ejemplo, el vehículo de Volocopter se parece más a un helicóptero normal, con una cápsula para pasajeros que cuelga debajo de una estructura circular que sostiene dieciocho hélices pequeñas. La empresa espera iniciar el transporte de pasajeros en su versión biplaza (con un asiento para el piloto) en los Juegos Olímpicos de París, los cuales se inaugurarán en julio de 2024.
Además, EHang no es la única que ha tomado primero la vía de la conducción autónoma. Wisk Aero, otra empresa californiana, ha comenzado a probar un eVTOL sin piloto como parte del programa de certificación de Estados Unidos. La empresa, la cual es filial de Boeing, uno de los principales fabricantes de aviones del mundo, también utilizará un centro de control en tierra para monitorear los vuelos. Como Wisk espera obtener la certificación en algún momento “de esta década”, EHang tal vez tenga que esperar mucho tiempo antes de poder hacer lo mismo.
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