Los principales países de la Unión Europea apoyan la iniciativa de Bruselas para convertir la región en una superpotencia de semiconductores, pero son reacios a proporcionar demasiadas ayudas estatales a los fabricantes de chips.
Los representantes de Bélgica, Francia, Alemania, Italia y los Países Bajos temen que una inversión pública excesiva en la producción de chips pueda generar una carrera por subsidios entre los países de la UE o incluso una sobreproducción de chips, según personas familiarizadas con las discusiones entre los países.
Estos países apoyan el esfuerzo por crear chips de última generación, pero enfatizan que las ayudas estatales deben destinarse a la innovación más que a la producción, según las fuentes citadas. Los países no quieren vetar el uso de ayudas estatales, sino asegurarse de que el dinero se gaste de forma inteligente. Algunos de estos países también destacaron que las ayudas estatales deberían destinarse a reforzar las empresas europeas.
Las cinco capitales reconocieron que, si bien la UE debe ser más competitiva y autónoma, advirtieron del peligro del llamado “reshoring”, es decir, retornar al país de origen los procesos productivos que se trasladan al extranjero. En cambio, acordaron que la UE debe colaborar con otros continentes para mantener sus mercados abiertos y asegurar el acceso a los componentes de los semiconductores en otros lugares.
Los cinco países han sostenido reuniones antes de la publicación de la próxima propuesta de ley de chips de la UE, que expondrá las ideas de la Comisión Europea para convertirse en líder mundial en la producción de semiconductores, lo que podría hacer que el continente dependa menos de Asia y Estados Unidos para obtener componentes vitales para vehículos, teléfonos inteligentes y lavadoras.
La UE quiere fabricar el 20% de los chips del mundo para el 2030, un objetivo que requiere que el continente cuadruplique su producción de semiconductores.
Es probable que las capitales examinen los planes de la Comisión el 8 de febrero, ya que Thierry Breton, responsable del mercado interno de la UE, dijo a los medios la semana pasada que la ley incluiría planes para utilizar las ayudas estatales para plantas de producción de vanguardia.
El plan podría estar respaldado por decenas de miles de millones de euros de financiamiento tanto del presupuesto de la UE como de los países comunitarios, pero incluso los países que pueden beneficiarse de la inversión extranjera insisten en la cautela.
Los representantes de los cinco países no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios el lunes por la noche.
Según informes de prensa, tanto Intel Corp. como Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. están considerando a Alemania como parte de sus planes de expansión en Europa. Intel ha dejado claro que quiere, posiblemente, miles de millones en ayudas estatales para instalarse en la UE.