La empresa Nvidia ha construido una supercomputadora en el Reino Unido para científicos y fabricantes de medicamentos que permitirá a los investigadores modelar enfermedades, descubrir nuevos medicamentos y avanzar en el conocimiento del genoma humano.
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La Cambridge-1 será la más poderosa del país y una de las 50 mejores supercomputadoras del mundo. Fue desarrollada en asociación con AstraZeneca Plc y GlaxoSmithKline Plc, dijo Nvidia en un comunicado el miércoles.
Otros miembros fundadores incluyen los grupos hospitalarios Guy y St. Thomas, parte del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, así como King’s College London.
“A través de esta asociación, podremos utilizar una escala de potencia computacional sin precedentes en la investigación del cuidado de la salud”, dijo Sebastien Ourselin, director de la Escuela de Ingeniería Biomédica y Ciencias de la Imagen del King’s College de Londres. “Será verdaderamente transformador para la salud y el tratamiento de los pacientes”.
Oxford Nanopore, una startup de secuenciación de ADN que se está preparando para debutar en la Bolsa de Valores de Londres, también tendrá acceso a Cambridge-1, lo que le permitirá implementar mejoras en sus algoritmos de inteligencia artificial, lo que tomará horas en lugar de días, dijo la startup en el comunicado.
En lugar de una sola unidad, el Cambridge-1 se compone de varios módulos que trabajan juntos. Este procesamiento paralelo permite que la computadora realice tareas simultáneamente, lo que permite mayores velocidades. También fue más rápida de construir, a que se ensambló en aproximadamente una cuarta parte del tiempo que lleva construir máquinas similares.
400 petaflops
La supercomputadora tiene una capacidad informática de más de 400 petaflops (un petaflop equivale a 1,000 billones de operaciones por segundo). Está cerca de la más rápida del mundo, la máquina Fugaku en Japón. Top500, que publica una lista dos veces al año de las supercomputadoras más rápidas, incluyó al Cambridge-1 en el puesto 41 en su clasificación más reciente, publicada a fines de junio.
La velocidad y las capacidades que ofrecen las supercomputadoras a los científicos son cruciales cuando intentan dar sentido a cantidades de datos sin precedentes. “Acumulamos más datos en un trimestre en 2020 que en los últimos 300 años”, dijo Kim Branson, vicepresidente senior de GSK y director global de AI-ML.
La máquina, cuya construcción costó US$ 100 millones, se anunció en octubre, un mes después de que Nvidia lanzara una oferta de US$ 40,000 millones por el diseñador de semiconductores Arm Ltd. La tecnología de Arm es omnipresente en los teléfonos inteligentes y otros productos electrónicos de consumo, lo que hace que el acuerdo sea controvertido entre los competidores de Nvidia.
El Reino Unido también ha expresado su preocupación de que la venta de Arm, que actualmente es propiedad de Softbank Group Corp., tenga implicaciones de seguridad nacional y la autoridad de competencia del país debe presentar un informe a fin de mes.
Nvidia dijo que ya está desarrollando otra supercomputadora, que se fabricará con tecnología Arm.
El Cambridge-1 se mantendrá en un sitio administrado por Kao Data Campus en las afueras de Londres y a unas 40 millas al sur de la ciudad que lleva su nombre.
Uso que le darán
El King’s College y el grupo hospitalario de Londres Guy y St. Thomas utilizarán la nueva capacidad de inteligencia artificial para aprender de las resonancias magnéticas y luego generar imágenes cerebrales sintéticas, creando modelos para ayudar a los científicos a comprender mejor enfermedades como la demencia, el accidente cerebrovascular, el cáncer cerebral y la esclerosis múltiple. Eso podría permitir un diagnóstico y tratamiento más tempranos, dijeron la universidad y el hospital universitario.
Nvidia dijo que trabajaría con sus socios para compartir los conocimientos adquiridos con la comunidad científica en general. Por ejemplo, AstraZeneca abrirá uno de sus proyectos, un modelo basado en IA para estructuras químicas para ayudar con el descubrimiento de fármacos, a otros científicos.
“Cambridge-1 capacitará a los investigadores líderes en el mundo empresarial y académico con la capacidad de realizar el trabajo de su vida en la supercomputadora más poderosa del Reino Unido, descubriendo pistas sobre enfermedades y tratamientos a una escala y velocidad antes imposibles en el Reino Unido”, dijo Jensen Huang, fundador y director ejecutivo de Nvidia, en un comunicado.