La transformación digital en el área de los negocios ha marcado una notable brecha de género en América Latina y el Caribe, donde las empresas lideradas por mujeres representan solo el 1 % de todo el volumen de transacciones electrónicas, afirmaron especialistas este miércoles en el foro Miami-LAC 2021.
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Así como la transformación digital se volvió estratégica para el comercio electrónico durante la pandemia, con un aumento del 157% en la región, “en las cadenas de valor las mujeres representan un porcentaje inferior a los varones”, indicó en un panel Jessica Bedoya, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que organiza el foro.
Miami-LAC 2021 es el primer foro empresarial organizado por el BID para promover las oportunidades de comercio e inversión entre el sur de Florida y la región de Latinoamérica y el Caribe.
Uno de los paneles del evento lanzó hoy el Reto de Transformación Digital para la Internacionalización, como parte del programa Mujeres Creciendo Juntas en las Américas, que el BID presentó en marzo pasado.
Darren Ware, vicepresidente de Mastercard y a cargo de las relaciones con los Gobiernos de América Latina y el Caribe, dijo que, según su experiencia, falta “coordinación, información e inspiración para ayudar a las mujeres”.
“Muchas tienen la capacidad, pero a veces no tienen las herramientas. Necesitan información de cómo hacer pagos en línea”, señaló Ware al confirmar la existencia de “una brecha de género en cuanto a la confianza”.
Se busca efecto multiplicador
Durante el panel, en el que tomaron parte Ariane Marzionna, jefa de Gestión de la Cadena de Suministro del grupo tecnológico NEC para América Latina, y Silvia Constaín, por la multinacional financiera Visa, se mostró un documental inspirador.
Grace, una empresaria ecuatoriana, según se identificó, creó una empresa de cultivo y exportación de flores con 14 personas y ahora tiene a 35 empleados.
“Nosotros nunca despedimos a nadie, teníamos algo ahorrado y durante la pandemia lo usamos”, afirmó la empresaria que pertenece al programa Mujeres Creciendo Juntas en las Américas.
“A una mujer es bien complicado que le den un financiamiento, es una barrera. No se lo toman tan en serio como se lo tomarían si fuera mi esposo, pero quien dirige esto soy yo”, afirmó Grace.
Desde un campo de cultivo de rosas, la ecuatoriana dijo que con el tiempo han ido creciendo y ahora, desde Tabacundo, “capital mundial de las rosas”, tienen presencia en Estados Unidos, Italia, China y Kazajistán, entre otros confines del mundo.
“La única forma es que nos empoderemos”, aseguró orgullosa de “saber que tengo 35 familias con trabajo, es lo más bonito que tengo”.
Silvia Constaín, de Visa, cuya corporación utiliza métodos de pagos innovadores y fomenta la economía digital, señaló que Grace “tiene que compartir su éxito con otras personas para crear un efecto multiplicador”.
“Nos planteamos abordar los desafíos de las pequeñas y medianas empresas durante la pandemia. Una de las buenas noticias es que aprendimos que los dueños de pymes son héroes por la rapidez con que se digitalizaron durante la pandemia”, relató Constaín.
“No es necesario reinventar la rueda, pero el camino de la transformación digital no debemos transitarlo solos”, añadió.
Por su parte, la ejecutiva de NEC, que habló vía internet desde Brasil, agradeció “la digitalización” del mundo actual.
“Las tecnologías son herramientas posibilitadoras, pero tenemos que identificar el gran escenario que favorece la innovación”, apuntó.
Marzionna afirmó que “el mercado minorista ha visto una aceleración. Hoy en día hemos visto que podemos hacer más y de manera más eficiente” en cuanto a la reducción de costos, confiabilidad de datos y la eficiencia, señaló.
Según datos suministrados en el panel, en América Latina menos del 10 % de los actuales desarrolladores de software o sistemas son mujeres, mientras que para 2025 la región necesitará 1,2 millones de desarrolladores.
Lanzado en marzo pasado y gestionado por la iniciativa ConnectAmericas, el programa Mujeres Creciendo Juntas en las Américas tiene como objetivo ayudar a empresarias de América Latina y el Caribe a integrar sus firmas en el comercio exterior y las cadenas regionales de valor.
Se enfoca principalmente en tres áreas: transformación digital, potenciar su internacionalización y acceso a financiamiento.
El BID afirmó este miércoles en Miami-LAC 2021 que América Latina y el Caribe requieren inversiones por 68.000 millones de dólares para cerrar su brecha de conectividad y poder así aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la economía digital.