Meta, la empresa matriz de Facebook, ha vinculado a la KGB bielorrusa con la creación de decenas de cuentas falsas en redes sociales de personas que se hacían pasar por periodistas y activistas para agitar la crisis de los migrantes en la frontera de Bielorrusia y Polonia.
El miércoles, un informe de Meta indicó que había eliminado 41 cuentas y cinco grupos de Facebook, y cuatro cuentas de Instagram por infringir su política sobre “comportamiento inauténtico coordinado”.
Los perfiles falsos se utilizaron para criticar el comportamiento de las autoridades polacas, incluyendo la difusión de acusaciones de que los guardias fronterizos estaban utilizando la fuerza y la intimidación contra migrantes, señaló.
“Estos personajes ficticios publicaron críticas a Polonia en inglés, polaco y kurdo, incluyendo fotos y videos sobre guardias fronterizos polacos que supuestamente violaron los derechos de los migrantes, y compararon el trato de Polonia a los migrantes con el de otros países”, dice el informe.
“Aunque las personas que estaban detrás intentaron ocultar sus identidades y su coordinación, nuestra investigación descubrió vínculos con el KGB bielorruso”, denunció el informe.
No fue posible contactar con el KGB bielorruso para que hiciera comentarios.
Facebook ha estado bajo la presión global de reguladores, legisladores y trabajadores para combatir los abusos en sus servicios.
La compañía dijo en setiembre a Reuters que estaba siendo más agresiva a la hora de cerrar grupos coordinados de cuentas de usuarios reales que realizan ciertas actividades perjudiciales en su plataforma, como los intentos de influir en las elecciones de países.
Los miembros de la Unión Europea han acusado a Bielorrusia de crear una crisis migratoria en las fronteras orientales del bloque al animar a miles de personas de Oriente Medio y África a intentar cruzar a Polonia y Lituania, en venganza por las sanciones occidentales a Minsk.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, negó haberlo hecho y culpó a la UE de la crisis.
Grupos de derechos humanos afirman que al menos 13 personas han muerto mientras migrantes acampan con temperaturas bajo cero en la frontera.
Los tres países de la UE que limitan con Bielorrusia han defendido su planteamiento de hacer retroceder a los migrantes sin evaluar individualmente sus casos ni concederles una oportunidad realista de solicitar asilo, como garantiza el derecho humanitario internacional.