La Unión Europea (UE) está elaborando nuevas normas que obligarían a Google, a Meta y a otros gigantes de la tecnología a vigilar sus plataformas de forma más estricta. (Foto: BleepingComputer).
La Unión Europea (UE) está elaborando nuevas normas que obligarían a Google, a Meta y a otros gigantes de la tecnología a vigilar sus plataformas de forma más estricta. (Foto: BleepingComputer).

Un directivo de advirtió al Consejo de Seguridad de la que los , la desinformación y otras modalidades de guerra de información libradas en son una “bola de cristal” para futuros problemas en otros lugares.

“Los Estados deben encontrar una manera de bajar el volumen y establecer algún tipo de doctrina de disuasión en el ámbito cibernético”, dijo Jared Cohen en una reunión del Consejo sobre el discurso del odio, la incitación y las atrocidades en Ucrania.

Afirmó que, aunque las compañías tecnológicas tienen la experiencia necesaria, “no hay un algoritmo mágico o una solución única para esto”, y encontrar una salida requerirá mucha experimentación.

Cohen dirige Jigsaw, una parte de Google cuyo objetivo es crear tecnología para combatir la desinformación, la censura y el extremismo en internet.

Dijo que Ucrania ha sido un blanco “desproporcionado” de ciberataques avanzados desde la anexión rusa de Crimea en el 2014, y agregó que “en esencia, es nuestra bola de cristal para lo que es probable que venga”.

La guerra en Ucrania aumentó la presión sobre las empresas tecnológicas para que se esfuercen por combatir la incitación al odio, la desinformación y otros contenidos nocivos en línea.

La Unión Europea (UE) está elaborando nuevas normas que obligarían a Google, a Meta y a otros gigantes de la tecnología a vigilar sus plataformas de forma más estricta.

Las potencias occidentales que integran el Consejo de Seguridad han acusado a Rusia de realizar una campaña de propaganda, desinformación y odio dirigida a socavar a Ucrania.

Un reciente informe de Mandiant, una empresa de ciberseguridad, descubrió que Rusia utilizó la desinformación, el miedo y la propaganda para desmoralizar a Ucrania y dividir a sus aliados.

“El discurso de odio también puede ser un crimen de guerra”, dijo el martes el embajador adjunto británico ante la ONU, James Kariuki, quien pidió a Rusia que “deje de hacer ese tipo de declaraciones”.

El embajador ruso, Vassily Nebenzia, respondió que la retórica de las autoridades ucranianas había envenenado a los ciudadanos contra Rusia y contra las poblaciones de habla rusa en Ucrania, con el apoyo de Occidente.

“Vemos, desde nuestro lado, una verdadera incitación a la violencia y a la rusofobia en Ucrania”, comentó.