En lugar de hornear pastelitos o conversar por Zoom durante la pandemia, Tate Berenbaum pasó la mayor parte del tiempo codificando en su sótano. Allí, el estudiante de secundaria construyó herramientas de desarrollo para Arweave, una plataforma similar a la cadena de bloques conocida por el almacenamiento permanente de datos. En ese momento, no se dio cuenta de que los resultados cambiarían su vida.