Cuando una marca decide ir más allá del objetivo comercial y enfoca su propósito en causas trascendentes, el resultado puede ser transformador. Ese es el caso de Chery Perú, que como parte de su programa global de responsabilidad social With Chery, With Love, selló una alianza con Magia, asociación peruana que apoya a niños con cáncer de escasos recursos que llegan a Lima desde distintas regiones del país para continuar su tratamiento, brindándoles alojamiento, medicinas y cuidados integrales.
La colaboración, vigente desde febrero de 2025, acaba de concretarse en su primera entrega. En esta etapa inicial, la marca donó US$ 9,700 a Magia, el equivalente a S/35 890, monto recaudado durante los tres primeros meses de la campaña. A esta contribución económica se sumó previamente la entrega de una New Tiggo 7 Pro, que ha fortalecido la logística diaria de la organización, facilitando el traslado de pacientes a sus tratamientos y apoyando el desarrollo de campañas y actividades solidarias.
“Queremos que cada auto vendido represente esperanza”, señala Cecilia Riva, Manager de Chery Perú en Astara. Más que buscar un aliado con propósito, la marca eligió una causa que encarna su compromiso global con la vida y la comunidad. La alianza con Magia no es solo una acción de responsabilidad social, sino la expresión de una convicción mayor: el verdadero progreso también se mide por el impacto positivo que una empresa puede generar en las personas.
De acuerdo con Christian Ames, gerente general de la asociación, el monto recibido equivale al mantenimiento de una habitación durante un año y contribuirá a ampliar la capacidad de atención a más familias que lo necesitan. “Este respaldo no solo cubre una necesidad concreta: nos da la fuerza para seguir creciendo”, sostiene. Gracias a esta contribución, la asociación proyecta una ampliación del 60 % en su capacidad, con la construcción de 18 nuevas habitaciones que se sumarán a las 32 ya existentes.
El compromiso de la marca automotriz se suma al esfuerzo incansable de un equipo de voluntarias que, desde hace más de una década, sostiene a Magia sin apoyo estatal, solo con la ayuda de personas y empresas solidarias, como Chery Perú. Gracias al trabajo conjunto entre empresas privadas y hospitales, los resultados son alentadores: la tasa de sobrevida ha subido y la tasa de abandono de tratamiento ha bajado. “Cada donación, cada aliado, se refleja en un niño que toca la campana al terminar su tratamiento”, subraya Sandra Corso, miembro del consejo directivo de Magia.
En un país donde miles de familias enfrentan el cáncer infantil sin recursos suficientes, alianzas como la de Chery Perú y Magia son un recordatorio de lo que es posible cuando la empatía guía las decisiones empresariales. Que esta iniciativa sirva como referente e incentivo para que más organizaciones se sumen a causas como esta, que trascienden el enfoque comercial para generar un impacto significativo en el bienestar colectivo.
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