Como en la campaña “Lima 2034” de Cálidda, Jorge Olazábal se imagina que en 15 años la capital del Perú será una ciudad más moderna, con una energía más limpia y de menor costo, como el Gas Natural. Para el director general de Cálidda se han superado los primeros años de desconfianza, de pensar que no era un combustible seguro, y otros factores. “Ahora hay más información, las personas exigen que el Gas Natural llegue a su zona y eso ha ayudado a que la cobertura sea más rápida”, dice. Hoy las metas de expansión son más ambiciosas.
¿Cuál es su balance de los 15 años de Cálidda en la distribución de Gas Natural en Lima y Callao?
No solo hemos distribuido Gas Natural, hemos llevado progreso y calidad de vida a las personas. El Gas Natural es la energía más eficiente para el ahorro de una familia. También, si en una industria su principal insumo es la energía, con el Gas Natural puede ver incrementada su utilidad en 30%. Cuando un negocio tiene esos superavits reinvierte, crece y genera más puestos de trabajo. También es calidad de vida porque el Gas Natural es un producto ambientalmente amigable y al haber un cambio en el parque automotor con el uso de Gas Natural Vehicular (GNV) hay un aire más limpio y menos enfermedades respiratorias.
¿La cobertura alcanza a las zonas más vulnerables?
Estamos llegando a los sectores más necesitados, y si comparamos lo que se paga por Gas Natural con el precio de un balón de GLP, estas familias pueden ahorrar hasta 30 soles para los alimentos de la semana, y con ese diferencial pueden tener agua caliente financiando la compra de una terma a Gas Natural. Eso es una mejora en la calidad de vida.
¿Qué le diría a los usuarios que aún no tienen acceso al Gas Natural en sus vecindarios?
El desarrollo del Gas Natural lo hemos hecho en base a planes quinquenales y hemos superado los objetivos que marcaba el contrato de concesión inicial. La masificación consiste en llegar a las zonas de menos recursos. Si vas a Villa El Salvador la penetración del Gas Natural está al 70%, si vas a San Isidro o Miraflores quizá es mínima y no es que no entremos allí, pero nuestro enfoque principal ha sido llegar primero a las otras zonas donde el ahorro en energía sea significativo.
¿Por qué el año pasado creció más la cobertura con respecto a los anteriores?
Decidimos dar un impulso a la masificación aumentando nuestras inversiones a US$120 millones. Esa inversión es para ampliar nuestra cobertura de redes más rápido. El año pasado hicimos 1450 kilómetros en redes, ya tenemos más de 10 mil km de tuberías interconectados, que es como ir de Tumbes a Tacna cuatro veces. Nuestra visión es que las viviendas puedan contar no solo con cocinas sino con termas, secadoras a gas, y que haya otras aplicaciones. En las zonas de menos recursos hemos dado 86 mil financiamientos para la compra de estos gasodomésticos.
¿Cuánta influencia tiene la política interna de la empresa y la toma de decisiones para alcanzar las metas trazadas?
En Cálidda tenemos un gobierno corporativo con políticas claras que garantizan transparencia e independencia en el proceso de toma de decisiones. Contar con el respaldo de dos grupos empresariales muy relevantes en Latinoamérica, como el Grupo Energía Bogotá y Promigas, nos ha impulsado a interiorizar el gobierno corporativo como parte de la cultura de Cálidda, y ha creado las condiciones necesarias para la toma de decisiones estratégicas, haciendo a la empresa más sostenible económicamente y más competitiva. Para todas las personas que conformamos Cálidda, trabajar con transparencia es fundamental. Nuestros inversionistas, actuales y futuros, tienen asimismo la tranquilidad de saber que la empresa cuenta con políticas claras y definidas que permiten la toma de decisiones con autonomía protegiendo los derechos de los mismos, logrando la confianza del mercado y, como ya se dijo, haciendo a la empresa sostenible en el tiempo.
¿Cálidda le está dando un nuevo impulso al consumo de Gas Natural Vehicular (GNV)?
Queremos impulsar el GNV porque tiene un efecto económico y en el medio ambiente. Hoy el Metropolitano, que tiene 600 buses, usa Gas Natural y desde hace un par de años estamos tratando con otros actores del transporte público, pero el escollo es el financiamiento para conversiones y para la compra de buses nuevos. Hemos conversado con el Estado también para que ayude con regulación que fomente la transformación a GNV, y también con organismos que financien, como Cofide.
Cálidda prepara la primera estación de Gas Natural Licuado (GNL) en el Perú, que a su vez, será la primera en América Latina. ¿Cuáles serán las ventajas de contar con esta estación en el país?
Una forma de transportar el Gas Natural es por una red de tuberías y otra forma es el GNL que es líquido y que se almacena en cisternas. Queremos desarrollar una red de estaciones de GNL para que los vehículos de carga pesada y pasajeros puedan abastecerse en una ruta larga. Hemos previsto poner dos estaciones en la Panamericana, la primera de ellas en octubre. La idea es que Quavii —empresa que tiene la concesión del Gas Natural en el norte— ponga una estación, y que también haya otra en el sur, en Arequipa. La idea es tener, dentro de 15 años, un corredor de suministro de GNL que pueda dar soporte a todo el transporte de carretera.
¿Cuánto se ha avanzado con la distribución de Gas Natural en el sector industrial?
El 70% de la gran y mediana industria en Lima tiene Gas Natural porque al tener un precio más competitivo que otras energías, la inversión realizada para adaptar la infraestructura de la fábrica se recupera en corto plazo. Además, estamos desarrollando el servicio de autogeneración para que las industrias puedan tener internamente un generador eléctrico a Gas Natural, y también estamos trabajando en la cogeneración, un proceso para recuperar el humo caliente, el calor que se genera en la actividad industrial, y volver a usarlo como energía.
¿Cuáles son los retos pendientes?
En estos 15 años hemos superado más de 800 mil hogares con Gas Natural. Estamos en una curva de crecimiento, en 2017 conectamos a 100 mil nuevos usuarios, y en 2018, logramos conectar a 184 mil. Si seguimos con ese ritmo, en menos de 10 años habremos cubierto todo Lima.