¿Y qué le dirías a alguien que se siente atascado en sus problemas? Aprende de toda pandemia. Sí, le diría eso. Aprende de toda pandemia.
En diciembre de 2019 se identificaron los primeros casos de contagio del coronavirus. El 11 de marzo del 2020, se reconoció como una pandemia al mismo tiempo que se informaba de 4291 muertos y 118,000 casos en 114 países. En marzo del 2022 se tenían contabilizados 6 millones de muertos y 456 millones de casos en 260 países. Se había alcanzado a vacunar con al menos una dosis al 60% de la población mundial.
Este es el episodio 49 de la segunda temporada de “Tres Minutos Basta” que nació con el Covid. Nos acercamos al final de la temporada. Luego de 103 semanas emitiendo este podcast podemos decir que el covid ha significado más de 456 millones de problemas. Pero al mismo tiempo ha tenido impactos positivos. Comentemos algunos:
1) Recordamos que “nadie te hace feliz”. Todo depende de ti. Más de 4500 millones de personas pusieron en valor su propia libertad para elegir y decidieron vacunarse. Una minoría, con la misma libertad para elegir, decidió no hacerlo. La libertad para elegir es importante, y con esa libertad elegimos nuestra felicidad.
2) Quedó claro que, primero las personas. La humanidad se puso de pie para decir “primero las personas”. Se afectaron muchos gobiernos, empresas, economías, y sin embargo prevaleció que el valor de la vida estaba por encima de cualquier otro.
3) Redescubrimos que, “el entorno importa”. El covid nos permitió volver a ver la belleza de un mundo menos contaminado. Los confinamientos hicieron que el agua clara reemplazara al agua turbia en los canales de Venecia, pudieron verse delfines nadando frente a las costas de Lima, y el sonido de los pajarillos cantando volvió a escucharse en diferentes metrópolis.
4) Aprendimos que merece la pena “comprarse un pleito”. Médicos, enfermeras, policías, y muchos más, decidieron jugársela. Se compraron el pleito de luchar contra el covid y ganaron. La solidaridad tomó un tamaño pocas veces visto.
5) Recuperamos el trabajo de “sembrar semillas”. En todos los hogares y en todos los equipos volvimos a hablar entre nosotros sobre nosotros. Los padres más cerca de los hijos. Los líderes más cerca de los equipos. Así formamos mejor a las personas que nos sucederán.
Nuestros problemas no son más grandes que una pandemia. Toda pandemia termina cediendo y en el camino deja aprendizajes que nos hace mejores. Benditos nuestros problemas que nos ponen a prueba y nos dejan aprendizajes para la siguiente vez.
Así que si te sientes atascado en ellos piensa que son una pandemia. Que cederán. Y aprende de toda pandemia.