¿Y qué le dirías a alguien que quiere trascender? Cuida más lo invisible que lo visible. Sí, le diría eso. Cuida más lo invisible que lo visible.
A lo largo de nuestra vida siempre tomamos decisiones. Ya sea como líderes, como amigos, como familia. En fin, vivir es, entre otras cosas, tomar decisiones.
Las decisiones más relevantes están en elegir entre qué queremos tener o quién queremos ser.
Muchas veces nos gana lo visible porque es más concreto y sacrificamos lo invisible. Por ejemplo, cuando somos jóvenes pensamos que queremos tener una familia en lugar de decir que queremos ser muy buenos padres o madres. En el trabajo, queremos tener un puesto de jefe con equipo a nuestro cargo en lugar de ser un líder que acompañe a crecer a su equipo. Queremos tener una casa en lugar de ser arquitectos de un hogar. Incluso profesionalmente nos planteamos estudiar para tener un buen trabajo en lugar de para ser extraordinarios profesionales que contribuyan a construir una sociedad mejor.
Lo que vemos con estos ejemplos es que nuestra libertad para elegir muchas veces se ve opacada por la iluminación que acompaña al tener. Continuamente vemos que para reconocer logros necesitamos obtener certificados concretos. Es como cuando decidimos estudiar algo para mejorar nuestro performance profesional y le damos más peso al certificado que obtendremos que al conocimiento que nos llevaremos y que nos hará mejores profesionales.
Sin embargo, lo que de verdad importa es trascender. Cuando piensas en un buen jefe, ¿recuerdas la marca de auto que tenía o los consejos que te daba?, ¿te importa más cómo era su despacho o lo bien que te hacía sentir al liderar?, ¿recuerdas dónde estudió o lo mucho que sabía? Y si piensas en tu madre, comentas los títulos universitarios que obtuvo y los puestos que alcanzó, de lo que sin duda sientes orgullo, o recuerdas sus consejos, su cariño, su amor. De tu mejor amiga, ¿importa el cargo que tiene o lo buena persona que es?
Le dedicamos mucho tiempo a decidir lo visible, y olvidamos lo invisible. Vas a comprar una camisa, y te pruebas varias. Te miras al espejo. Preguntas a alguna persona su opinión. Haces fotos, las compartes por whatsapp, y finalmente decides la camisa que compras. Por otro lado, cuándo te presentan a una persona, ¿te esfuerzas más en escuchar o en hablar?, ¿te importa más conocer su manera de ser o a qué se dedica y en qué trabaja?
De nosotros siempre se va a recordar lo invisible. Tal como recordamos lo invisible de las personas que nos han marcado.
Por eso, si quieres trascender, cuida más lo invisible que lo visible.