Las bajas temperaturas que se registran en todo el Perú en esta temporada de invierno vienen provocando un impacto sobre la salud de la población y la producción agrícola nacional. ¿Qué factores explican el descenso de las bajas temperaturas en la costa, sierra y selva?
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), existen diversos elementos que inciden en el descenso de las temperaturas en en todas las regiones del país, entre los meses de mayo y setiembre.
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Costa
Las bajas temperaturas y la mayor sensación de frío en la costa peruana se explican por varios factores. Uno de ellos es las condiciones más frías de lo normal del mar frente a la costa debido a la presencia del fenómeno La Niña que, si bien apunta a tener una magnitud débil este año, condiciona la temperatura del aire por debajo del promedio en esta región.
Además, el contraste entre el enfriamiento del mar que genera La Niña y el calentamiento del océano que produjo El Niño en el 2023 e inicios de este año, que se expresa en el descenso de la temperatura en cuatro a cinco grados Celsius en promedio, viene provocando la mayor sensación de frío en la población.
Si el mar se enfría se percibe rápidamente en la atmósfera de las ciudades costeras. De consolidarse estas anomalías de estos enfriamientos del mar y extenderse, por lo menos, hasta setiembre, condiciona que el invierno tenga una connotación más fría de lo normal en la costa.
Otro factor relevante que condiciona el descenso de la temperatura en la costa es el acercamiento del Anticiclón del Pacífico Sur a Sudamérica, lo que provoca la presencia de niebla/neblina y ocurrencia de lloviznas, principalmente por la noche, madrugada y primeras horas de la mañana, sobre todo en la costa central y sur.
El Anticiclón del Pacífico Sur es un sistema atmosférico de alta presión que actúa sobre el océano Pacífico para mantener las condiciones normales de aire seco y frío en algunas ocasiones, sobre todo en la costa peruana, a través de la circulación de los vientos Alisios en dirección este-oeste o en sentido anti horario. Esto permite que la corriente marítima fría de Humboldt llegue hasta la costa peruana mediante un mecanismo que se llama “Afloramiento costero”.
Esta condición de mar frío favorece la mayor disponibilidad de peces como la anchoveta, la caballa, el jurel y la merluza que son de aguas frías. Con ello, mejora la producción de la pesca peruana.
Otro elemento que incide en el descenso de la temperatura en la costa es el Vórtice Costero de Niveles Bajos, que favorece la cobertura nubosa en la costa durante ciertos momentos del día, contribuyendo a una mayor sensación de frío en la población debido a la alta concentración de humedad, llovizna y niebla/neblina.
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Sierra
El descenso de la temperatura en la sierra se vincula también con la presencia del fenómeno La Niña, dado que el enfriamiento del mar más allá de lo normal incide en la exacerbación de las heladas meteorológicas que afectan a esta región del Perú, sobre todo a las zonas altoandinas por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Otro factor que explica las bajas temperaturas asociadas a las heladas y nevadas es la Depresión Aislada de Niveles Altos (DANA). Se trata de un sistema atmosférico frío que se ubica en niveles altos y medios de la atmósfera (entre 5 y 10 Kilómetros aproximadamente), sobre el Océano Pacífico cerca a Perú y Chile.
Este sistema permite transportar mayor humedad de la Amazonía hacia los Andes, generando precipitaciones líquidas (lluvias) y sólidas (nevadas) en la sierra del Perú. Asimismo, se registra la ocurrencia de ráfagas de viento cercanos a 45 kilómetros por hora en la sierra sur.
La DANA se presenta como una burbuja de aire muy grande y fría que se extiende a lo largo del Pacífico sur y que paulatinamente va ingresando a latitudes tropicales, tanto a nivel oceánico como continental, en este caso Sudamérica.
Al ingresar a la zona tropical y especialmente a la sierra peruana, esta masa de aire muy frío se encuentra con otra masa de aire cálida y húmeda procedente de la Amazonía. Al interactuar ambas masas de aire se generan precipitaciones más intensas como nevadas y lluvias, especialmente en zonas altoandinas, por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Las regiones afectadas por la presencia de la DANA son aquellas localizadas en la sierra sur: Puno, Cusco, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Moquegua y Tacna. Aunque también puede extenderse hasta las regiones de la sierra central como Junín, Huancavelica, Huánuco y Pasco. El rango en términos de latitud comprende desde los 19 grados hasta los 10 grados latitud sur.
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Selva
En la selva peruana, el descenso de la temperatura se asocia al fenómeno del friaje, que es una masa de aire frío proveniente de la Antártida que ingresa por el sur del continente. Esto origina lluvias intensas y descenso brusco de temperaturas en la selva.
En promedio, las temperaturas máximas caen de 35 ºC a 22 ºC; y las temperaturas mínimas, de 22 ºC a 11ºC. Cada año se registran entre 6 a 10 friajes. La duración promedio es de 3 a 7 días; y en ocasiones de hasta 10 días.
Este evento provoca también ráfagas de viento de 40 kilómetros por hora, genera lluvias y tormentas y durante su ingreso presenta nubes, disminuyendo la temperatura nocturna.
Cada año se registran en Perú entre 6 a 10 friajes. La duración promedio de cada evento es de tres a siete días y, en ciertas ocasiones, puede durar hasta 10 días.
Según el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), existen alrededor de 1.3 millones de personas viviendo en centros poblados ubicados en zonas de ocurrencia de friaje con una susceptibilidad alta o muy alta. Los departamentos que concentran una mayor proporción de la población expuesta a riesgo muy alto o alto ante los efectos del friaje son Ucayali (25.9%) y Junín (19.6%), precisa el Cenepred.
El impacto más evidente del friaje tiene relación con la salud, específicamente con las infecciones respiratorias derivadas del descenso brusco de la temperatura: gripe, resfriado, bronquitis, amigdalitis, faringitis, entre otros.
Debido a estos problemas de salud, que pueden sobrecargar la demanda de atención médica, el friaje puede provocar en caso extremo mortalidad infantil, de la población adulta mayor y de personas comprometidas en su sistema inmune, así como ausentismo escolar y laboral que afectan a la productividad regional.