La gente de a pie es víctima a diario de delincuentes dispuestos a todo por un teléfono, una cartera o dinero. Todos los días ocurren robos al paso. Se cuentan por miles en las grandes ciudades. Ahora bien, estos avezados y peligrosos sujetos también tienen en la mira a los comercios y negocios. De hecho, estos asaltos se han elevado notoriamente en los últimos tiempos. En varios casos, la delincuencia llevó a la quiebra a muchos emprendedores.
El último Informe Técnico de Seguridad Ciudadana, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), revela que entre mayo y octubre de este año 5 de cada 1000 negocios fueron asaltados en las principales ciudades del país. La cifra significa que este delito aumentó en un año, pues en el mismo trimestre del 2021 el cálculo era que 3 de cada 1.000 negocios fueron asaltados
Lo mismo pasa con la percepción de inseguridad. Según las encuestas del INEI, del 2021 al 2022 hay más dueños de negocios con temor de ser víctimas de la delincuencia en los próximos 12 meses. Entre mayo y octubre del 2021 el 7,8% de dueños de negocios tenía miedo y este año ese porcentaje se elevó a 8,6%.
¿En dónde y cómo roban más?
Carlos López, director de operaciones de la Verisure, empresa dedicada a la instalación y operación de alarmas de seguridad, afirma que –de acuerdo con los análisis de su empresa– el 68% de asaltos se cometen contra negocios, mientras que el 32% contra viviendas.
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Según el Barómetro de la Seguridad de Verisure, la mayor cantidad de intrusiones delictivas a negocios en Lima suceden en la noche, entre las 19:30 y las 22:00 horas. ¿Qué días? Los miércoles y sábados.
Con relación a otras provincias del país, Verisure afirma que la mayor cantidad de intrusiones en los negocios se registra entre la 01:00 y 7:00 horas y entre las 14:30 y 18:00 horas. Los días con mayor volumen de activación de alarmas en negocios son los lunes, jueves y sábados.
¿Por qué se incrementaron este tipo de robos?
El exviceministro de Seguridad Pública Nicolás Zevallos explicó que este aumento de robos a negocios responde a varias causas. En primer lugar, los delincuentes ven una oportunidad delictiva en los restaurantes, farmacias, bodegas, locales de internet y otros comercios pequeños porque son establecimientos que generan dinero a diario o que tienen valiosos recursos en sus locales.
La segunda razón es que los comercios pequeños por lo general no cuentan con sistemas ni personal de vigilancia, lo que hace que sean más vulnerables al ataque de las bandas.
En tercer lugar, Zevallos explica que los servicios policiales no se han recuperado del todo tras la pandemia y que circunstancias coyunturales –como las protestas– desvían la atención de las comisarías, de los departamentos de investigación criminal y de las unidades antirrobos.
El general PNP (R) Vicente Romero, de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Comercio de Lima, agregó a las falencias estatales la falta de una política pública que permita una atención más estratética del problema de la inseguridad. Puso como ejemplo que la información que maneja la PNP, el Ministerio Público y el INEI no están coordinadas. Además, afirma que no existe un organismo estatal que articule los esfuerzos de todos los ministerios en materia de seguridad.
Según comentó, la estrategia Barrio Seguro, desarrollada por el Ministerio del Interior en las zonas más peligrosas del país, es un buen mecanismo para pacificar territorios dominados por la delincuencia a través de la intervención del Estado. Desde la Cámara de Comercio de Lima se formó un Patronoto de Barrio Seguro que ha permitido coordinar el apoyo de importantes empresas del país para que este programa continúe luchando contra la violencia y la criminalidad.
¿Qué hacer frente a este problema de inseguridad?
Según Zevallos, las comisarías deberían constituirse en una plataforma de servicios locales para las empresas funciones con el servicio de protección del Estado. El problema es que estas dependencias policiales operan con muchísimas carencias de patrulleros, sistemas de comunicación, personal policial, logística básica e infraestructura.
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Otro asunto indispensable es que las políticas públicas entiendan a los negocios como un público importante al que se debe atender, porque la inseguridad es una de las grandes barreras que tienen al momento de emprender.
Según López, de Verisure, algunas recomendaciones que deben seguir los negocios son reforzar las zonas vulnerables de sus locales como puertas, ventanas, vitrinas y, en segundo lugar, contratar un seguro que se adapte al emprendimiento. También se deben extremar las medidas al momento de abrir y cerrar el local, pues son los momentos que más aprovechan los delincuentes.
Otras recomendaciones que da López son mantener la mercancía contabilizada e instalar un sistema de alarmas que al activarse ponga en operación un plan de seguridad. Finalmente, aconsejó que cualquier intrusión delictiva sea reportada en la comisaría del sector.