Tras hacer la denuncia, Silva Ugarte, quien se encontraba con ocho meses de gestación, fue despedida del Parlamento; sin embargo, tres meses después fue repuesta en su cargo.
Casi seis meses después de estallar el escándalo la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) impuso una multa al Congreso por casi medio millón de soles por estos hechos.
Así lo dio a conocer Cuarto Poder, tras precisar que la denuncia fue formulada contra Tello y contra la gestión del entonces presidente del Congreso, José Williams.
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“Y en el acta se constata lo que yo denuncié, hostilidad, maltrato, degradación de puesto, riesgo para mi salud y para la de mi hijo”, indicó Silva al dominical.
En tanto, la inspectora de Sunafil, Mirian Mellado Quispe, explicó que lo se busca es que ellos (Congreso) “corrijan de ahí para adelante, que no cometan más actos de hostilidad en contra de su persona”.
“Violación a los derechos humanos o constitucionales no prescriben. Yo voy a ir hasta las últimas consecuencias, hasta las últimas y si tengo que ir hasta la Corte Interamericana de DD.HH., iré”, acotó Silva.
Y aunque el procurador del Congreso negó que se haya afectado los derechos constitucionales de dicha trabajadora, la SUNAFIL encontró tres faltas muy graves y dos graves cometidas por el Legislativo. No le renovó su contrato de trabajo en su condición de madre gestante, realizó actos de hostilidad que afectan su dignidad y no cumplió con el pago íntegro y oportuno de la remuneración de mayo a julio de 2023.
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¿Cómo se conocieron Silva y Tello?
Marie Silva ya trabajaba en el Congreso cuando Edgar Tello pisó por primera vez el Legislativo.
“Yo lo conocí cuando no era nadie, cuando era un simple sindicalista y con el señor (Pedro) Castillo y otros vinieron al despacho del congresista con el que trabajaba, Grimaldo Vásquez Tang, y ahí fue donde los conocí”, indicó Silva.
Era julio de 2020. Por entonces Tello llamaba respetuosamente “doctora” a Marie Silva, quien ya era asesora parlamentaria. Estaba en busca de una reunión en la que también quería participar el expresidente Pedro Castillo, en ese momento secretario general del Sindicato de Maestros FENATEPERÚ.
Un año después, en julio de 2021, Edgar Tello se convirtió en congresista y al poco tiempo contrató a Marie Silva en su despacho. Lo mismo ocurrió en la comisión de Comercio Exterior y Turismo, la llevó como su asesora. Con el paso del tiempo el congresista Tello fue sacándose la máscara.
“La frecuencia (con la que nos pedían dinero) era todos los meses, dos días antes del pago, dos días después. Inicialmente era el 5%, de ahí se hablaba de montos, S/ 2,000, S/ 3,000. Más ganabas, más dabas”, acotó.
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Tello y Silva trabajaron juntos durante casi un año. En ese tiempo, la trabajadora ha denunciado incluso en Fiscalía que el congresista se fue convirtiendo en un mocha sueldo de cuello y corbata.
“No, es como una persona que tiene un vicio, de pronto quiere más. A nosotros nos podían pedir que regaláramos polos en diciembre, que atendiéramos fiestas de promociones. El congresista Tello se daba el lujo de ir a fiestas de promociones y regalar sobres con dinero. Lógico, era con nuestro dinero. Las tortas, todo era con dinero de nosotros”, cuestionó.
Chats que por primera vez salen a la luz muestran que siempre hubo un emisario. Walter Dueñas Angulo, asesor principal de Tello, era quien pedía miles de soles supuestamente prestados a los trabajadores del despacho y de la entonces comisión que presidía el congresista.
“Emily para ir mañana a hacer el contrato de las cocinas, ollas y cucharones tiene que prestar S/ 3,000”, se lee en el chat.
Muestra las evidencias
El pasado 24 de marzo la Fiscalía allanó el despacho del congresista Tello por el caso “Los Niños”. Hoy por primera vez Silva cuenta en televisión lo que pasó ese día y muestras las evidencias.
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“Emily, van a sacar las compus, ya expliqué lo del dinero (...) nos identificamos como maestros ante la necesidad del pueblo, desde enero aportamos como buena voluntad, damos un porcentaje de acuerdo con lo que ganamos. Es apoyo a la necesidad, nadie nos obliga (...) estoy muy asustada”, indicó la secretaria del despacho de Tello, Ana María Rojas Vargas, a Silva.
Ese día Rojas Vargas temía que la Fiscalía descubra el dinero que se le había mochado a los trabajadores del despacho y de la comisión.
“No (se incautó el dinero), yo estuve presente, porque la persona que tenía el dinero, la secretaria se echó la culpa y dijo este dinero es mío. Por supuesto (que esta debería ser otra nueva línea de investigación), que sí porque incluso me comunican que estaban preocupados por ese dinero que estaba ahí, es más que les alerte a esas personas que sus nombres estaban ahí”, indicó Silva.
Con todas estas pruebas, Silva Uriarte decidió no seguir pagando con su sueldo los caprichos de Tello, pero esto le costó el puesto. En mayo pasado el legislador la degradó de asesora con un sueldo de S/8,900 a auxiliar con S/ 2,900. En ese momento la trabajadora denunció discriminación y hostigamiento en Sunafil, aunque lo peor vendría después.
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El 26 de julio Silva se quedó fuera del Congreso, perdió todos sus beneficios y su seguro social cuando estaba a punto de dar a luz.
“No me da vergüenza decirlo, responsabilizar al señor (José) Williams, yo estuve con usted sentada en la presidencia, usted se comprometió; sin embargo, el 26 de julio me botaron, yo estaba gestando, yo estaba denunciando hechos de corrupción y hostilización”, cuestionó.
El 3 de agosto pasado, mientras SUNAFIL seguía investigando, Silva fue repuesta en el departamento de comisiones, pero con un contrato de sólo tres meses y un sueldo de período de prueba. Ese contrato terminó el 31 de octubre y desde ese día la pasaron al sótano del Congreso a hacer labores ajenas a su función de asesora, sin computadora ni conexión wifi.
En el colmo de todo, en los últimos tres meses no le han pagado su sueldo. Y EsSalud tampoco le ha otorgado los subsidios por maternidad. Increíblemente Silva aún figura como cesada por el Congreso.