El internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay consideró que el presidente de la República, Francisco Sagasti, debería pedir a la Organización de Estados Americanos (OEA) la realización de una auditoría sobre el proceso electoral general realizado en el Perú como sugieren un grupo de líderes políticos con el objetivo de transparentar los resultados de la segunda vuelta.
“Pedir una auditoría está en conformidad con la Carta Interamericana que es un instrumento relevante de la Organización de los Estados Americanos y que el Perú de manera soberana le pida a la OEA su participación en un proceso electoral digamos cuestionados para que ingrese en su tracto como organización internacional con su calidad de veeduría se puede llevar adelante como ya a ocurrido en Bolivia en el 2019”, dijo.
El también director presidente Instituto Peruano Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (Ipediri) y docente universitario señaló que pedir una auditoría internacional a la OEA sería la única salida a la crisis política y de legitimidad que atraviesa el país.
“No hacerlo a estas alturas del partido [solicitar una auditoría de la OEA], a mi juicio contribuiría a ahondar la idea dominadora y subjetiva de parcialización de los órganos electorales. En el caso de Bolivia se demoraron nueve días para hacer su informe. La única posibilidad de devolver la legitimidad no solo a los órganos electorales sino al propio Estado peruano está en permitir que la OEA interceda para garantizar resultados que sean aceptados por la ciudadanía porque el proceso electoral ya está manoseado y socavado”, precisó.
Por su parte, el internacionalista Juan Velit sostuvo que a pesar de que algunos organismos internacionales han saludado al Perú por la realización de sus últimas elecciones presidenciales, el presidente Francisco Sagasti “debería acceder al pedido de solicitar una auditoría a la OEA para despejar todo tipo de inquietud y dudas”.
“Más allá del caso de Bolivia, el caso que más se acerca a nuestra realidad es el de las elecciones presidenciales de Honduras del 2017, donde la disputa fue tan ajustada y con la intervención de la OEA se encontró varias irregularidades que luego voltearon los resultados, pero por un poco margen. Sin embargo, ni en Bolivia ni en Honduras se habló de fraude”, añadió.
Auditoría de la Unión Europea
Por su parte, Javier González-Olaechea, Phd en Ciencia Política, Experto en Gobierno e internacionalista, consideró que dado lo acontecido con la Misión de Observación Electoral de la OEA, “es preferible la seriedad de una auditoria verificadora y correctora de una Misión de la Unión Europea, cuyas observaciones y recomendaciones sean vinculantes para el Estado peruano en general y para nuestro sistema electoral”.
“Lo que atravesamos es una inmensa conmoción política y social, tras la cual habrá que encauzar una salida urgente, lo más cercano a lo legítimo dado el entrampamiento constitucional, jurídico y político, principalmente”, enfatizó.