Ser autor de la “delación del fin del mundo” tuvo un costo financiero proporcional al título. El grupo brasilero Odebrecht, en recuperación judicial desde junio del 2019, debió efectuar gastos de 1,500 millones de reales brasileros (unos US$ 362 millones al tipo de cambio) para convencer a 77 ejecutivos para que se entreguen a la justicia brasilera y que la compañía constructora pueda negociar un acuerdo de indulgencia. Esta suma solo se refiere a los gastos que el conglomerado tuvo con personas físicas, según confirmó el diario Valor Económico con fuentes cercanas al tema.
El acuerdo corporativo de Odebrecht en Brasil, Estados Unidos y Suiza, posible debido a las declaraciones de sus ejecutivos, se estableció en 3,830 millones de reales (US$ 924.6 millones), con cuotas anuales hasta el año 2040. De manera simplificada, se diría que el costo financiero del caso Lava-Jato, sin considerar el costo reputacional, fue de 5,300 millones de reales (US$ 1,279 millones).
Consultada sobre el tema, la empresa Odebrecht no hizo comentarios. El valor gastado con los ejecutivos alcanza la suma de 530 millones de reales (US$ 127 millones) en multas a los profesionales, establecidos por el Ministerio Público Federal (MPF), más gastos con abogados brasileros y americanos, e indemnizaciones pagadas de manera mensual en plazos iguales a las sanciones recibidas.
Estructura
El total se divide en un tercio para cada ítem citado: multas, abogados e indemnizaciones (aquí incluye el acuerdo de Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora, quien hizo exigencias específicas, conforme Valor lo reveló en diciembre).
Considerando esa multa, Marcelo Odebrecht recibió 240 millones de reales (US$ 58 millones), según las declaraciones de Ruy Sampaio, presidente del Grupo. Este pago se volvió blanco de una investigación interna, iniciada en diciembre por la compañía y que está al cuidado del despacho Veirano Advogados.
En abril del 2019, la empresa de concesiones viales CCR, controlada por los grupos constructores Andrade Gutierrez, Soares Penido y Camargo Correa, aprobó en asamblea de accionistas un paquete de 71 millones de reales (US$ 17.1 millones) para 15 ejecutivos que colaboraron con la justicia brasilera, con los mismos gastos que Odebrecht realizó: multas, abogados e indemnizaciones mensuales por cinco años.
De esa suma millonaria total, casi el 95% ya fueron desembolsados, conforme afirmaron fuentes cercanas al tema. Aún se tienen algunos gastos pequeños con las indemnizaciones a aquellos ejecutivos que tuvieron las penas más extensas.
Involucrados
Odebrecht tenía la intención de compensar el 50% de “pérdida” de los valores que estaban en cuentas fuera de Brasil para todos los colaboradores. Sin embargo, después de que el grupo constructor consultó al MPF sobre este detalle, no se obtuvieron los permisos. La cuenta habría sido entre 100 y 200 millones de reales (de US$ 24 a US$ 48 millones) más cara con este reembolso.
El único que sí tuvo compensación por la mitad de las pérdidas fue Marcelo Odebrecht, quien en noviembre del 2016, a vísperas de la firma del acuerdo, presentó exigencias a la empresa Odebrecht para garantizar su reembolso. El depósito al ejecutivo ocurrió tras la negativa presentada por el MPF, conforme tomó en cuenta el diario Valor Económico.
Además de las pérdidas de recursos que tenían fuera de Brasil, fruto de los bonos recibidos con la Caja 2 de la empresa (recursos no declarados a la Receta Federal o Secretaría de Ingresos Federales), los ejecutivos se quedaron con el salario fijo como indemnización, pero sin los extras de los bonos, que eran la mayor parte de sus remuneraciones anuales.
Ese fue el camino para convencer rápidamente y al mismo tiempo a 76 personas -además del ahora presidente de consejo de administración de Odebrecht y padre de Marcelo, Emilio Odebrecht- para confesar sus crímenes de corrupción. Inicialmente cuando se optó por la colaboración premiada, el grupo ofreció aproximadamente a 20 ejecutivos. El número era poco superior al total de profesionales que fueron presos o blancos directos de las operaciones de la Policía Federal.
En Corto
Acuerdo a puertas. La empresa Odebrecht está próxima a un acuerdo con cinco de los principales bancos acreedores. Uno de los temas delicados al final de las negociaciones son los créditos de los accionistas en el proceso de recuperación judicial. Hay casi 2,000 millones de reales brasileños en compromisos con accionistas actuales y exejecutivos.
Las instituciones quieren que los accionistas se queden subordinados a todos los demás, a ejemplo de lo que ocurriría en una quiebra. La próxima asamblea de acreedores está prevista para el día 29 de enero.
Proceso
Cómo se llegó a la colaboración con el Ministerio Público Federal
Emilio Odebrecht decidió de manera definitiva que buscaría la colaboración con el Ministerio Público Federal (MPF) después de las fases Xepa y Acarajé, ejecutadas por la Policía Federal (PF) en febrero y marzo del 2016, respectivamente. La compañía era punto principal de la Operación Lava Jato desde junio del 2015, cuando ocurrió la prisión del entonces presidente Marcelo Odebrecht.
Para determinar quién sería colaborador, el MPF estableció tres criterios: el haber negociado o hecho pagos de sobornos, así como el haber aprobado o ejecutado el pago. Quien cumpliese dos de esos requisitos, tendría que volverse colaborador.
La empresa Odebrecht solo aceptó iniciar con los acuerdos después de que la Policía Federal había llegado a la secretaria Maria Lúcia Tavares, que estaba con la lista de los codinomes de los políticos y autoridades que recibían los pagos de sobornos de la compañía, y también con los sistemas de tecnología Drousys y MyWebDay, que registraban las transacciones.
Con deudas de 55,000 millones de reales (más de US$ 13,200 millones) en renegociación, dentro de un proceso de recuperación de 98,000 millones de reales (más de US$ 23,650 millones) en compromisos registrados, la constructora Odebrecht se mantuvo contabilizando con gastos, costos e inversiones mínimas en los diversos negocios, sin tener acceso a nuevas líneas de crédito desde junio del 2015.
La única captación de crédito ocurrió en mayo del 2018, por un valor de 2,600 millones de reales (US$ 627 millones) con los bancos Itaú y Bradesco. En esos cuatro años, la compañía pagó un total de 13,000 millones de reales brasileros en amortización de deudas e intereses. Están incluidos en este total, las deudas que acompañaron los activos vendidos en el periodo y tuvieron la titularidad transferida.
A lo largo de los últimos cuatro años, la compañía promovió diversas renegociaciones intermediarias, antes de iniciar la recuperación judicial. En esas reestructuraciones, casi todas con extensiones de plazo, el grupo amplió los avales y garantías concedidos a los bancos referentes a deudas antiguas. Con ello, se cedió las acciones de las empresas controladas Braskem, Ocyan y 70% de Alvos en alienación fiduciaria.