El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador inauguró este miércoles una exposición en su sede que repasa los 25 años de la firma de los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú, que pusieron fin a uno de los conflictos limítrofes más largos de Suramérica.
A través de una línea temporal, se recogen en catorce paneles y dos pantallas los hitos más importantes que han cimentado y desarrollado las relaciones bilaterales entre Ecuador y Perú desde que el 26 de octubre de 1998 firmasen el Acta de Brasilia, con Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos como países garantes.
Entre los asuntos destacados está la culminación de la demarcación terrestre de la frontera, la conectividad binacional, las labores compartidas de desminado, la creación de la Comisión de Vecindad y la declaración del Golfo de Guayaquil como bahía histórico.
Asimismo, se recuerdan la serie de encuentros presidenciales y gabinetes binacionales desarrollados hasta la fecha y la puesta en marcha de los Centros Binacionales de Atención Fronteriza (Cebaf), operativos en dos pasos de la frontera común para facilitar el tránsito migratorio entre ambos países.
Otros momentos destacados en la muestra son la cooperación entre ambos países en materia de vacunación contra la covid-19 y en movilidad humana.
La exposición estará en el Palacio de Najas, sede de la Cancillería ecuatoriana, hasta el 23 de noviembre, y luego se prevé que recorra otros espacios públicos.
Un ejemplo de paz
Durante el acto de inauguración, el ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, Gustavo Manrique, explicó que el Acta de Brasilia “marcó un antes y un después, y demostró al mundo que las diferencias se pueden y se deben resolver a través del diálogo frontal y la confianza plena”.
Manrique resaltó que los acuerdos de paz entre Ecuador y Perú y su posterior aplicación son “un modelo de resolución de conflictos estudiado y valorado de manera nacional e internacional”.
“Hemos logrado una convivencia pacífica y cooperativa en nuestras fronteras y hemos consolidado la confianza a través del diálogo y las negociaciones”, señaló Manrique.
El canciller ecuatoriano valoró especialmente la cooperación en el desminado, que se prevé que concluya en 2025, y también durante la pandemia.
Desafíos comunes
Por su parte, el embajador de Perú en Ecuador, Eduardo Zeballos, apuntó que las dos naciones supieron poner fin a sus controversias para volcarse en un entendimiento mayor, común y compartido, que fue “la paz, la amistad y la cooperación”.
“Tenemos intereses comunes y queremos una mayor integración que promueva el desarrollo de las poblaciones fronterizas y un mayor comercio”, apuntó Zevallos.
El embajador peruano también hizo mención de los importantes desafíos comunes que enfrentan los dos países, como tomar acciones coordinadas ante los efectos del fenómeno climático de El Niño, que se espera que en los siguientes meses afecte a la costa de Ecuador y a la del norte de Perú con lluvias torrenciales.
Al mismo tiempo habló de otras amenazas compartidas como el crimen organizado y otros delitos conexos como el narcotráfico, la minería ilegal, el tráfico de armas y la trata de personas.
Conflicto centenario
De su lado, el embajador de Estados Unidos en Ecuador, Michael Fitzpatrick, recordó que el conflicto limítrofe se remontaba a época colonial española y a las diferencias en la demarcación de los límites de las reales audiencias de Lima (1542) y de Quito (1563).
Fitzpatrick también apuntó que los cuatro países garantes ya intercedieron para lograr la paz en el conflicto bélico de 1941 y que lo volvieron a hacer cuando estalló la Guerra del Cenepa en 1995, el último episodio y definitivo episodio de este conflicto.