Sin contar el escaso tiempo que han ejercido su función como ministros Guido Bellido o Ciro Gálvez, entre otros durante el gobierno actual, la corta permanencia de algunos funcionarios en puestos claves –sobre todo ministros y viceministros– se ha convertido en un problema que se traslada de gobierno a gobierno.
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Incluso, la demora en el reciente nombramiento de los tres directores del Banco Central de Reserva (BCR) y su presidente por el Poder Ejecutivo, que tomó más tiempo de lo previsto, dan cuenta de una inestabilidad que impacta en los principales indicadores económicos.
Y así lo advierte en sus Propuestas del Bicentenario, Videnza Consultores al destacar que uno de los puestos clave con menor tiempo de permanencia en los últimos gobiernos es –tal como ha quedado demostrado hace algunas semanas atrás– el de Presidente del Consejo de Ministros, con una permanencia de ocho meses, tanto en el gobierno de Ollanta Humala como en el periodo 2016–2021.
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Mientras que el mismo panorama se repite para el de titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y para el de presidente ejecutivo de ProInversión que, en promedio, permanecieron nueve meses durante el anterior gobierno.
¿Tecnopolíticos?
Tomando en cuenta la importancia que tienen este tipo de cargos públicos, sobre todo cuando están ligados a la ejecución de proyectos y de la inversión pública, ¿Qué hace falta para que la permanencia en estos puestos claves sea más prolongada?
Según los especialistas en gestión pública Henry Rafael de la UPC y César Augusto Rázuri de ESAN, la solución a esta problemática pasa por la elección de tecnócratas con conocimiento político y capacidades comunicacionales que permitan ejecutar los presupuestos que les son asignados en obras y proyectos que beneficien al país.
Para el docente de la Maestría en Gestión Pública de la Escuela de Postgrado de la UPC, en el caso de la selección de los ministros de Estado, resulta necesario que primen dos componentes elementales: buen nivel técnico y conocimiento del sector y del quehacer de la gestión pública y, buen manejo de lo político.
“Hoy, sin duda, con congresos complejos como los que tenemos, el manejo de lo político y también de la comunicación, son dos elementos importantes que se deben considerar a la hora de elegir a un ministro, cuya continuidad debe ser más larga y no como sucede con el Ministerio del Interior que, probablemente, es el más castigado por el continuo cambio de ministros ante situaciones de crisis. No hace falta solo buenos tecnócratas, hace falta tecnopolíticos”, afirma Rafael.
Según el experto, su apuesta por lo que llama un tecnopolítico obedece al fracaso que se ha visto en anteriores oportunidades. “Un tecnócrata, o varios mejor dicho, sin manejo político, ha demostrado haber llevado al fracaso a varios gabinetes, así que tecnócratas, manejo político y buenas capacidades comunicacionales, son los tres elementos vitales para la elección, por ejemplo, de los ministros”, añade.
Requisitos indispensables
Pero, más allá del conocimiento que deben tener del sector y de la gestión pública, Rázuri, profesor de la Dirección de Programas Institucionales de ESAN, sostiene que la alta rotación de funcionarios claves se puede evitar cumpliendo con los planes de gobierno y, por ende, con los presupuestos asignados.
Pero, también considera que se debe considerar un tiempo mínimo de permanencia en el cargo. “Dos años como mínimo, pero también se le debe permitir escoger a su equipo de gestión y, después, se debe evaluar los resultados de su gestión mediante indicadores de gestión y desempeño. De esta manera, se eliminan los grupos de poder al interior de una institución pública, se fortalece la gobernabilidad y se promueve un liderazgo efectivo con una sola unidad de mando”, sostiene.
Con relación a los criterios que deben primar para elegir a los funcionarios que se desempeñarán en puestos claves, menciona que además de ser técnico-políticos, deben tener conocimiento de la problemática y de la realidad nacional del sector, deben contar con equipos de trabajo propios y comprometidos y, también, deben poseer habilidades en el manejo de negociación y conflicto.
Manejo de crisis
Precisamente, aunado a las características que como profesional debe reunir, en el caso específico de los ministros, Rafael considera que también es importante que cuenten con un “gabinete de crisis o que establezcan una vocería”, tal como sucede en países como Chile o Estados Unidos.
“Resulta claro que en los últimos años, las crisis de los gobiernos han sido, en muchos casos, por su pésimo manejo comunicacional, y como no es lo mismo un asesor de comunicación durante una campaña electoral que un asesor para la gestión de gobierno, una alternativa es contar con un gabinete de crisis o de comunicación, con voceros técnicos o comunicacionales para no sobrexponer a los ministros ante situaciones de crisis y que la comunicación del gobierno sea eficiente, fluida y constante”, señala.
Refiere que tomando en cuenta que en el Perú, las crisis mediáticas han sido –en muchos casos– la bomba que ha desencadenado la caída de algunos ministros, “si las vocerías son bien trabajadas y estructuradas, se evidenciará una capacidad de gestionar las crisis mediáticas”.