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Un exasesor del Instituto Peruano del Deporte (IPD), cercano al expresidente Pedro Castillo, se hizo acreedor de 225 entradas para los dos conciertos que brindó Bad Bunny en Lima los días 13 y 14 de noviembre de 2022. El total de boletos ascendía a 111,700 soles, pero más de 300 mil en reventa.
La Unidad de Investigación de Latina Noticias accedió a una lista de privilegiados funcionarios a los que se le entregaron los boletos para este evento. Entre ellos, se encuentra Jeremías Huamán Ramírez, a quien se designó como asesor de la Presidencia en el IPD por una “recomendación” desde Palacio de Gobierno.
El exjefe de dicha entidad, Juan Carlos Huerta Chávarri, mencionó que Huamán solicitó hasta 300 entradas, pero solo se le asignaron las 225. El día en que las recibió, Huerta afirma que el asesor se negó a firmar el cargo que constataba la entrega.
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“El origen de él es un tema de que se sentía con mayor peso, de dónde venía él, de dónde era la recomendación. Supuestamente tenía la obligación de cumplir con atenciones a autoridades, cosa que se le dijo que no está permitido, cortesías que él quería dar”, mencionó Robert Castillo, otro exasesor.
Fuentes de Punto Final corroboraron que Huamán ejercía un extraño poder dentro del IPD. Lo describen como un hombre misterioso y exigente. Recuerdan que las entradas las solicitó aduciendo tener respaldo de Palacio de Gobierno.
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Actual jefe del IPD también recibió entradas
Guido Flores, actual jefe del IPD, es otra de las autoridades que aparece en la mencionada lista. Él accedió a 64 entradas para el concierto de Romeo Santos en el Estadio Nacional, valorizadas en S/ 17,000 y distribuidas en siete palcos y cinco tickets para la zona Campo. Flores no quiso responder qué destino tuvieron las mismas.
“Podemos hablar de un delito de corrupción de funcionarios. Creo que acá hay una confusión de conceptos, las entradas de cortesía no son para una persona, son para la institución que es representada por una persona y para que sean utilizadas en beneficio de la institución”, mencionó la abogada Romy Chang.
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