El candidato presidencial peruano Rafael López-Aliaga, integrante del grupo conservador católico Opus Dei, dijo que usa un cilicio para flagelarse a diario y que reprime su deseo sexual pensando en la virgen María.
López-Aliaga, un millonario de 60 años dueño de diversas empresas y accionista del operador de trenes que llevan a la ciudadela de piedra inca de Machu Picchu, dijo a la radio Exitosa que castiga a su cuerpo porque considera a esa mortificación “de unión, de amor a la pasión de Cristo”.
“Cristo sufrió tanto que usar un cilicio seguramente no es doloroso. En mi caso ya tengo hasta callos, 40 años, te imaginarás”, añadió. Dijo que lo realiza porque es una “pequeña mortificación por Dios y por los hombres... la hago a solas, 10 minutos, 20 minutos, para unirme a la cruz de Cristo”.
El cilicio es un accesorio metálico que causa dolor y es usado por los numerarios de este grupo católico generalmente en el muslo una vez por día. La mortificación corporal ha estado presente desde los primeros tiempos del cristianismo y su uso ha disminuido con el paso del tiempo.
López-Aliaga, que afirma practicar el celibato desde hace 40 años, respondió a una pregunta sobre cómo reprime su deseo sexual diciendo que cuando ve a una mujer atractiva “le digo a la virgen María pues sabes qué, tú eres más bonita que esa chica, entonces, estoy tan enamorado de la Virgen María que realmente me llena de paz, me llena de alegría, me llena de fortaleza”.
El candidato conservador del partido Renovación Nacional está en contra de las políticas de igualdad de género que afirma que “homosexualizan” a los niños, así como del aborto y la eutanasia.
Hace dos semanas cuando la justicia autorizó respetar la eutanasia para una peruana llamada Ana Estrada, que sufre una enfermedad terminal, comentó que “si una persona se quiere matar, es libre...te subes a un edificio y te tiras...si usted quiere matarse, pone su tina, se corta las venas, pone una buena música, pone agua caliente y ya está muerta. Para qué mete al Estado en esto”.
Analistas concuerdan que López-Aliaga —quien por su sobrepeso se autodenomina Porky como el cerdo creado por los estudios Warner Bros— le ha quitado el voto conservador a Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, preso por corrupción y violación de los derechos humanos.
El candidato ha marcado diferencias con el conservador presidente brasileño Jair Bolsonaro. En una conferencia con la prensa internacional el lunes dijo que Bolsonaro “es extremadamente intolerante” y “no ha hecho ninguna empresa en su vida, él es un militar”.
El conservador se jacta de dar trabajo directo a más de 10,000 peruanos en sus decenas de empresas y a unos 100,000 de forma indirecta. “Vengo del sector privado, mi especialidad hace 40 años es atraer inversiones a mi país, tanto peruana como exterior”, dijo a los corresponsales.
El economista Hernando de Soto, candidato del partido Avanza País, dijo que López Aliaga “es el más peligroso de los candidatos peruanos...está creando una posición de extrema derecha” y que todas sus inversiones en hoteles y ferrocarriles, “vienen de concesiones del Estado”.
En la más reciente encuesta de la firma Datum Internacional publicada el martes, López-Aliaga trepó al segundo lugar con 7%, mientras que en la encuesta del Instituto de Estudios Peruanos publicada a fines de febrero va quinto con 7.6%.
Perú celebrará el 11 de abril sus elecciones presidenciales y legislativas. Si ninguno de los candidatos supera el 50% los dos más votados pasarán a una segunda vuelta en junio donde ganará aquel que obtenga más votos.