A pocos días de iniciar el año escolar 2023, el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), Rudolf Giese, advirtió que al menos 26,000 colegios necesitan ser demolidos en el Perú porque ponen en riesgo la vida de los estudiantes.
“La situación es sumamente preocupante. De las 54,800 instituciones educativas que tenemos en el país, para los 6.8 millones de niños que iniciarán clases este año, el 48% debe ser demolido con urgencia, el 18% requiere reforzamiento estructural y el 10% necesita mantenimiento. Solo el 24% de centros educativos se encuentra en óptimas condiciones”, apuntó Giese.
No obstante, para el experto, la condición estructural de las escuelas y colegios no es el único problema, pues muchos de ellos incluso carecen de servicios básicos. “El 30% no tiene luz, el 40% no tiene agua, el 36% no tiene desagüe y el 40% carece de saneamiento físico legal por haberse construido en terrenos que no le pertenecen”.
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Frente a esta situación, el Observatorio Urbano de UCAL propone una ruta para cerrar la brecha de infraestructura escolar en el Perú que, según el Ministerio de Educación (Minedu), asciende a S/ 152,000 millones.
- Dimensionar el problema. El año pasado, el Minedu (liderado entonces por Rosendo Serna) declaró que no se tenía información exacta sobre la demanda de obras de infraestructura educativa en el país. Por tanto, urge realizar un censo nacional de infraestructura educativa que permita gestionar correctamente los recursos existentes e innovar en el proceso.
- Ampliar la inversión. Este año, el sector educación cuenta con un presupuesto promedio de S/ 42,000 millones, según Minedu. Es decir, 16.9% más que en 2022. Sin embargo, es insuficiente. Urge incrementar el presupuesto entendiendo que no es un gasto, sino una inversión para el futuro.
- Mejorar la gestión presupuestal. En promedio, el 30% del presupuesto anual destinado a la construcción de colegios retorna al tesoro público por una inadecuada gestión del gasto público en los gobiernos locales y regionales. En consecuencia, se debe capacitar a los funcionarios públicos, asesorarlos, evaluar su desempeño y mejorar la fiscalización.
- Generar un shock de inversión privada. Esto ayudaría a cerrar la brecha de infraestructura mediante los mecanismos de Obras por Impuestos y Asociaciones Público-Privadas.
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- Cambiar la estrategia. Necesitamos una estrategia inteligente para diseñar, construir y habilitar miles de colegios en simultáneo. Es decir, un sistema de colegios modulares adaptativos.
- Priorizar y transparentar. Hoy, más que nunca, es importante hacer una planificación y priorización técnica de las acciones e intervenciones en el sector educativo. Asimismo, sería fundamental implementar el ISO 37001 de ética empresarial, anticorrupción y antisoborno.