Óscar Ugarte, ministro de Salud, explicó que internacionalmente se consideran dos criterios para evaluar la eficacia de las vacunas antiCOVID.
Estos son: los casos sintomáticos confirmados y con prueba molecular positiva; y los casos con desarrollo de enfermedad severa que se manifiestan con baja saturación, falla respiratoria, ingreso a UCI o muerte.
“Lo que buscan los ensayos clínicos es probar que las vacunas son eficaces para reducir estas condiciones. Esta comprobación solo se puede hacer en la fase tres del ensayo clínico para lo cual se usa a miles de voluntarios a los que se inocula la vacuna para determinar su eficacia”, detalló durante su presentación en el parlamento.
Agregó que -de acuerdo a la OMS- para que una vacuna se considerada como eficaz tiene que tener un resultado superior a 50%. “No debe ser menor en 50%”.
Mencionó que al 6 de enero del 2021 -cuando el presidente Sagasti anunció la compra de 1 millón de dosis de Sinopharm- esta tenía una eficacia según los estudios efectuados en Emiratos Árabes Unidos y China de 86 y 79%, respectivamente.
“Con esta información se tomó la decisión de registrarla y adquirirla. No hay ninguna vacuna con 100% de eficacia”, acotó.
También dijo que la lectura que se ha hecho a los informes preliminares del ensayo clínico de la UPCH (de la vacuna Beijing) es errónea “porque han dicho que la eficacia de la vacuna es solo 34.3 % cuando eso es lo que aparece en el estudio como positividad a PCR, pero eso no es el resultado de eficacia de una vacuna”.
“El informe preliminar de la UPCH analiza la eficacia que tiene la vacuna en aspectos fundamentales de protección a la persona como en la insuficiencia respiratoria, hospitalización o fallecimiento. Aún a nivel preliminar, la vacuna se muestra efectiva en cada caso”, subrayó.
Agregó que el reporte preliminar reveló que si una persona recibió la vacuna Beijing tiene:
- 62.7% menos probabilidad de tener una prueba PCR+ y desaturación
- 64.7% menos probabilidad de tener una prueba PCR+ y hallazgo anormales en la tomografía
- 91% menos probabilidad de tener una prueba PCR+ y ser hospitalizado
- Menor riesgo de ser hospitalizado, necesitar oxígeno y tener una tomografía del tórax con hallazgos anormales.