El uso sostenible y la puesta en valor de los recursos de la biodiversidad contribuyen a la recuperación económica sostenible del país. Con este enfoque, el Ministerio del Ambiente (Minam) promueve la implementación y fortalecimiento de los econegocios y bionegocios, como un activo importante para el desarrollo social y económico.
Actualmente, 1,317 emprendimientos sostenibles, amigables con el ambiente, vienen operando exitosamente en el Perú. De ese total, el 75% son micro y pequeñas empresas, concentradas en las regiones de Lima, San Martín, Junín y Piura, Cajamarca.
En palabras del ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, ello representa una gran oportunidad para el desarrollo de políticas públicas que impulsen el desarrollo de estos modelos de negocio que cuentan con prácticas responsables y generan impactos positivos en el ambiente, buscando rentabilidad económica y fomentando el bienestar social.
Según el estudio “Línea de base de modelos de negocio amigables con la biodiversidad”, elaborado por la Dirección General de Economía y Financiamiento Ambiental del Minam, entre los productos más comercializados están: el café, cacao y sus derivados; mango, granos andinos, textiles de alpaca y ecoturismo.
La investigación revela también que las principales brechas identificadas para tales empresas son: el acceso al financiamiento, tecnología e innovación y el ingreso a nuevos mercados.
La referida línea de base fue presentada el 7 de diciembre último, en el marco de la plataforma de diálogo público-privado del Proyecto “Inversiones de impacto para el uso sostenible de la biodiversidad” (BioInvest), a través del cual el Minam implementará la articulación “BioMatch 2021″, que busca movilizar financiamiento hacia empresas que quieran incorporar un enfoque de innovación y/o tecnología en sus procesos o productos, aplicando los programas de financiamiento del Estado peruano para la promoción de la innovación.
El Proyecto BioInvest es liderado por el Minam, con apoyo de la cooperación alemana para el desarrollo, implementada por la GIZ, por encargo del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU), con fondos procedentes de la Iniciativa Internacional del Clima.