Manifestantes toman planta de TGP que bombea gas natural

Un grupo de manifestantes tomó la planta de bombeo de gas natural ubicada en la localidad de Kepashiato, distrito de Kumpirushiato en La Convención, Cusco, informó la Transportadora de Gas del Perú (TGP).

Detalló que se trata de un grupo de aproximadamente 100 personas que pertenecerían al Centro Poblado de Kepashiato. “Han ingresado a las instalaciones de la Planta Compresora Kámani, tras forzar los accesos, poniendo en riesgo la seguridad e integridad del personal y solicitando parar las operaciones de la Planta”, detalló la empresa.

Explicó que como medida preventiva, la empresa ha activado su plan de contingencias.

Cabe indicar que el consorcio de Camisea se dedica a la extracción de gas natural, mientras que TGP al transporte de dicho producto.

Añadió que TGP se ha puesto en contacto con las autoridades competentes para restaurar el orden en la zona.

Asimismo, hizo un llamado a los líderes de estas movilizaciones para detener cualquier acto de violencia en sus instalaciones a fin de preservar la seguridad e integridad de todos los presentes.

“La Planta Compresora es una instalación industrial en la que circulan hidrocarburos a alta presión y que cualquier atentado a esta infraestructura puede poner en grave riesgo la integridad del personal y de los manifestantes presentes, tal como se les ha informado a los pobladores ubicados en el lugar”, advirtió .

La compañía indicó que respeta cualquier manifestación ciudadana, no obstante, rechaza rotundamente cualquier acto de vandalismo o violencia que ponga en riesgo la vida y la salud de la población y del personal de la empresa; así como el transporte del gas natural con el que se genera cerca del 50% de la electricidad que usamos todos los peruanos.

Garantizan despacho de gas, pero manifestantes siguen en planta

Consultado por la situación del abastecimiento de gas tras la toma de la planta compresora Kámani, TGP aseguró a Gestión que el abastecimiento del recurso para el mercado local se mantiene activo y está garantizado. Sin embargo, reconoció que los manifestantes seguían dentro de las instalaciones.

“La planta sigue tomada. Hay manifestantes en el interior, pero están de manera pacífica. El principal riesgo en este momento es la integridad física de las personas que se encuentren dentro de la planta”, señalaron fuentes vinculadas a la compañía.

Refirieron que alguna mala manipulación o atentado podrían generar fugas o explosiones.

Gas natural genera el 50% de la energía del país

Si bien la planta compresora Kámani sigue operando, la paralización de esta u otras instalaciones de gas natural sería un asunto crítico. Y es que, dicho recurso genera el 50% de la energía eléctrica del país, recordó el ex ministro de Energía y Minas, Carlos Fernando Herrera Descalzi.

“La planta de compresión de gas es lo mismo que una bomba de agua. Si paran la planta, el gas sigue entrando (al ducto), pero bajaría el caudal y el sistema eléctrico entraría en racionamiento”, advirtió.

Por su parte, Anthony Laub, socio fundador de Laub & Quijandría, también recordó que la mitad de la generación eléctrica se realiza con gas natural (a través de termoeléctricas); mientras que el resto es principalmente generación hídrica.

Sin embargo, esta última enfrenta problemas climáticos, agudizando la situación en caso de una eventual paralización del despacho de gas. “Si la sequía se sigue prolongando (en perjuicio de la generación hidroeléctrica), podemos llegar a una restricción eléctrica en el país”, anotó.

En un escenario de menor despacho de gas, reconoció que la producción eléctrica recurriría a centrales de reserva que operan con diesel. En ese caso, indicó que las tarifas del servicio eléctrico subirían.

Exportación podría ser afectada

Ante un contexto de racionamiento de gas natural, Laub consideró que el primer afectado sería la exportación del recurso, que genera divisas al país. Luego, se recortaría la distribución a las industrias. Entre ellas, las cementeras, siderúrgicas, empresas de alimentos y hasta comercios que apostaron por el gas natural.

“En último caso, se cortaría el gas a las empresas eléctricas para no dejar sin el recurso a las residencias ni hospitales, que tienen la prioridad”, manifestó.

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