El apellido Rothschild fue durante más de 200 años sinónimo de riqueza y poder y aunque los nombres de sus integrantes no destacan en la actualidad en la lista de multimillonarios de la revista Forbes, esta familia dejó una huella indeleble en la política y la economía mundial.
Durante el siglo XIX, los Rothschild destacaron especialmente al proporcionar fondos para respaldar a las fuerzas europeas contra Napoleón y al financiar la adquisición de acciones en el Canal de Suez por parte del gobierno británico, liderado por el primer ministro Benjamin Disraeli.
A medida que ganaban reconocimiento público, los Rothschild también fueron objeto de numerosas desinformaciones que, a pesar de haber sido refutadas en múltiples ocasiones, han perdurado a lo largo de estos dos siglos.
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Del gueto a la corte real
Mayer Amschel Rothschild, nacido en 1744, provenía de una familia modesta de comerciantes, que también incluía reconocidos rabinos. Sus padres tenían la esperanza de que su primogénito siguiera la senda de la teología.
Sin embargo, la muerte de sus padres cuando Mayer tenía apenas 11 años lo obligó a incorporarse al mercado laboral de manera precoz.
A los 11 años, ingresó como aprendiz en un banco en Hanover, donde trabajó durante varios años. Después de aprender y ahorrar lo suficiente, decidió regresar a Frankfurt en 1770, donde se casó y estableció su propia empresa.
“Debido a que la guerra necesitaba tanto material y era tan costosa, pudieron ganar una gran cantidad de dinero de forma muy rápida”, añade el también autor de un libro sobre los principales mitos que durante 200 años se han creado alrededor de esta familia.
En otra obra publicada en 1887, The Rothschilds: the Financial Rulers of Nations (“Los Rothschild: los gobernantes financieros de las naciones”), John Reeves cuenta cómo durante la guerra penínsular en España y Portugal (1808–1814) el duque de Wellington tuvo problemas para garantizar el flujo de dinero en efectivo pues ningún banquero quería asumir la responsabilidad de transferir los fondos.
Construyendo una dinastía
Uno de los mitos tejidos en torno a la familia Rothschild se refiere a una suerte de plan coordinado para el establecimiento de sucursales de esta empresa familiar en varias de las principales capitales europeas de la época.
Efectivamente, mientras el primogénito Amschel permaneció en Frankfurt, los otros cuatro hijos varones de la familia establecieron ramas de la empresa en Londres (Nathan), París (Jakob, luego conocido como James), Viena (Salomón) y Nápoles (Karl).
En un panfleto publicado en 1846 y firmado bajo el seudónimo de Satán, que circuló rápidamente por toda Europa, se alegaba que Nathan Rothschild había utilizado información privilegiada sobre la guerra contra Napoleón para obtener ganancias millonarias en la bolsa.
“Históricamente hubo conflictos en los que dos naciones con una presencia sustancial de Rothschild entraron en guerra entre sí. Lo ves incluso en las Guerras Napoleónicas, donde había una oficina de los Rothschild en París y una oficina de los Rothschild en Londres, por lo que la familia tuvo que navegar por algunas relaciones muy complicadas”, señala.
“No significa que estuvieran financiando a ambas partes. No hay evidencia de que alguna vez hicieran eso. Y, de hecho, financiaron constantemente a los enemigos de Francia, hasta el final de las guerras napoleónicas”, agrega.
El sionismo e Israel
Esta familia también jugó un papel destacado en la creación del Estado de Israel.
Edmond James de Rothschild (1845-1934), nieto del patriarca e hijo menor de James de Rothschild, fue uno de los grandes promotores del sionismo: la idea de establecer una patria para el pueblo judío.
Conmovido por el creciente antisemitismo y las amenazas que enfrentaban los judíos en Europa a finales del siglo XIX, Edmond Rothschild destinó considerables recursos a la compra de tierras en Palestina, que en ese momento estaba bajo el dominio del Imperio otomano.
“Los Rothschild todavía son muy venerados en Israel. Son extremadamente importantes. Fueron vistos como uno de los principales financiadores del movimiento sionista”, le dice a BBC Mundo Mike Rothschild.
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Lionel Walter (Walter) Rothschild (1868-1937), el segundo Lord Rothschild, también jugó un papel central en abrir paso a la posibilidad de la creación del Estado de Israel pues fue él quien recibió la célebre Declaración Balfour, un documento suscrito en 1917 a través del cual el gobierno británico anunciaba su apoyo a la creación de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina.
“Los Rothschild siguen despertando tanto interés porque siguen siendo una de las familias judías más conocidas de Occidente, y las teorías de la conspiración y el antisemitismo van absolutamente de la mano”, agregó Mike Rothschild.