Aunque su presencia es muy poco conocida, la liebre europea, el caracol africano y otras especies exóticas invasoras se han convertido en una amenaza para la salud y los ecosistemas en Perú, que ha decidido aprobar un plan nacional para frenar el riesgo que este fenómeno supone para la seguridad biológica y alimentaria del país.
Una especie exótica es catalogada como invasora (EEI) “cuando ya ocupa espacios naturales, se defiende por sí misma, no depende de la mano del hombre y está compitiendo por recursos o por espacio”, explicó el director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente (Minam), José Álvarez.
Según el registro oficial, revisado por la Comisión Nacional sobre la Diversidad Biológica, en Perú hay actualmente 134 EEI de diferentes grupos animales y vegetales, así como dos de hongos.
Esas especies llegaron por diversos medios, desde el accidental al espontáneo, hasta de forma premeditada o traídas por personas.
Las especies exóticas invasoras son consideradas “un problema global” ya que implican una gran amenaza para la diversidad biológica de los países, que se ha incrementado con la ampliación del comercio y del turismo internacional.
Esto se debe a que ocupan espacios y compiten con las especies nativas por los recursos naturales, algunas de ellas son predadoras y también pueden portar enfermedades o parásitos transmisibles.
Por ese motivo, el Minam remarcó que son “una de las amenazas más graves” para la diversidad biológica, la seguridad alimentaria y “los medios de vida y la salud de la población peruana”.
Liebre europea y caracol avfricano
Entre estas especies aparece la liebre europea, que ha invadido la costa y la zona andina del sur de Perú hasta convertirse en un problema para la biodiversidad nativa y para los cultivos agrícolas de las zonas que va ocupando.
“Parece que entró desde Chile, a donde llegó a su vez desde Argentina, donde fue introducida hace ya muchos años para fines cinegéticos (de caza)”, explicó Álvarez.
Aunque las autoridades no conocen el total de ejemplares que hay en el país, están haciendo evaluaciones a partir de que se les ha detectado en zonas costeras de las regiones sureñas de Tacna, Arequipa e Ica y en las zonas altoandinas de Puno y Arequipa.
“Ya está compitiendo en la zona costera con cultivos comerciales y, en algunos sitios, nos indican que está afectando cultivos y vegetación silvestre, porque cuando la alpaca, la vicuña o el guanaco dependen de esta vegetación nativa, y un animal se está alimentado de ella y no es de la zona, ahí sí tienes un problema”, comentó el especialista del Minam.
La alerta también se ha lanzado ante la presencia del caracol africano, que afecta el ecosistema principalmente en ciudades y áreas aledañas en la selva, aunque se desconoce cómo ingresó al país.
Entre los vegetales también aparecen especímenes africanos como la hierba kikuyo, que se encuentra en la región andina, y el helecho shapumba, que está en la selva amazónica del país, junto con hierbas como la elefante y cortadera, “que colonizan áreas deforestadas e impiden que se regenere el bosque”.
“Tenemos ahora miles de hectáreas invadidas por esas especies”, sostuvo Álvarez antes de agregar que las semillas de estas especies probablemente llegaron escondidas en algún cargamento.
Plan de Acción Nacional
Ante esta situación, las autoridades aprobaron en marzo pasado el Plan de Acción Nacional sobre las Especies Exóticas Invasoras en el Perú 2022-2026, un instrumento considerado “pionero” en la materia y que permitirá articular acciones entre todos los sectores y actores con competencias e interés en el tema.
El plan pone énfasis en las medidas de prevención, que son consideradas las más importantes, pero también en el control y erradicación de especies que ya han ingresado a territorio nacional.
En ese sentido, establece los mecanismos y protocolos que debe implementar el Estado cuando se busca introducir una especie foránea por la vía legal, para garantizar que no sea una exótica invasora.
Álvarez remarcó que es “muy importante” que este plan tenga una gran difusión, ya que “una de las medidas más efectivas” es que los ciudadanos comprendan que nunca deben ingresar al país con alguna semilla o animal exótico y, muchos menos, liberarlo.
“Consultemos con las autoridades, entreguemos a las autoridades, no traigamos tampoco al Perú, cuando visitamos otros países, semillas o crías o huevos de otros animales que pudiesen convertirse no solo en exóticas invasoras, sino portadoras de plagas”, concluyó.